Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En redes sociales, el magnesio pasó de ser un mineral discreto a convertirse en la promesa estrella del bienestar: dormir mejor, relajarse más rápido, calmar la ansiedad. Pero entre la viralidad y la evidencia científica hay un terreno que conviene recorrer con cautela.
En redes sociales abundan mensajes tajantes: “mejora tu sueño ya”, “relaja al instante”. Para la psicóloga del sueño del Instituto Johns Hopkins, Nathalia Padilla, este discurso conecta con una realidad: millones de personas padecen insomnio y buscan soluciones accesibles.
Hasta ahora, subraya Padilla, la ciencia no respalda de forma contundente que el magnesio sea un tratamiento efectivo contra el insomnio.
En el mercado hay múltiples presentaciones: citrato, bisglicinato, óxido. Cambian en absorción y tolerancia, pero los especialistas coinciden en un criterio clave: revisar la cantidad de magnesio elemental en la etiqueta.
Un frasco puede anunciar “1,000 mg de citrato de magnesio”, pero eso no equivale a 1,000 mg del mineral que realmente usa el cuerpo. Además, los suplementos no están regulados como los medicamentos.
La referencia general es no exceder los 400 miligramos diarios de magnesio elemental, considerando lo que ya aporta la alimentación.
Personas con problemas renales o cardiovasculares deben evitar la suplementación sin supervisión médica, ya que puede alterar la presión arterial o el ritmo cardíaco.
RPO