Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En un acto de protesta ética y política, la icónica banda británica de trip hop Massive Attack anunció que retirará su música de la plataforma Spotify a nivel mundial, así como de todos los servicios de streaming en el territorio de Israel. La decisión fue difundida a través de su cuenta oficial de Instagram, en el marco de la campaña internacional No Music For Genocide (No más música para el genocidio).
Este movimiento artístico ha sumado en los últimos meses a más de 400 artistas y sellos discográficos que buscan visibilizar y condenar la violencia ejercida por el Estado de Israel en Palestina, especialmente tras los recientes conflictos armados y denuncias de organizaciones internacionales por posibles crímenes de guerra.
“El dinero ganado con esfuerzo por los fans y los esfuerzos creativos de los músicos, en última instancia, financian tecnologías letales y distópicas”expresó la banda en un comunicado publicado en redes sociales
El grupo, responsable de álbumes icónicos como Mezzanine y Blue Lines, explicó que la decisión incluye una solicitud formal a su sello Universal Music Group para remover su catálogo musical de plataformas digitales en Israel. Además, denunciaron públicamente las inversiones del CEO de Spotify, Daniel Ek, en compañías relacionadas con tecnología militar y drones armados con inteligencia artificial.
“A la luz de las inversiones significativas de su CEO en una empresa que produce drones militares […] Massive Attack ha realizado una solicitud separada a nuestro sello para que nuestra música sea retirada del servicio de streaming Spotify en todos los territorios.”
La campaña No Music For Genocide toma como antecedente histórico el boicot cultural que artistas internacionales realizaron durante el apartheid en Sudáfrica en los años 80. En este nuevo contexto global, músicos como Xiu Xiu, Hotline TNT y King Gizzard & The Lizard Wizard han decidido utilizar su influencia como mecanismo de presión y disidencia.
Massive Attack concluye su mensaje señalando que, además del daño económico que durante años han denunciado los músicos frente a plataformas como Spotify, ahora se añade una “carga moral y ética” que ya no pueden seguir ignorando.
RPO