República Democrática del Congo (Rasainforma.com).- El pasado miércoles se vivió un momento único para la ciudad de Beni, ubicada al noreste de la República Democrática del Congo (SDC), pues Masiko, la última paciente diagnosticada con ébola, fue dada de alta.
"Permaneceremos en modo de respuesta durante el resto del período de observación", dice la publicación del organismo.
Este brote no puede descartarse por completo ante la imposibilidad de monitorear casos al este del país, ya que los conflictos violentos no lo permiten.
Este virus es transmitido al ser humano por animales salvajes y se propaga en la población de persona a persona por contacto directo con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de enfermos o por contacto indirecto de materiales contaminados.
EL brote se ha logrado contener, y no ha salido de las fronteras de la RDC, y hasta agosto de 2018 se ha confirmado más de dos mil 260 muertes, según el Ministerio de Salud africano.
La primera vez que se detectó fue en 1976 ocurridos en Nzara, hoy Sudán del Sur y Yambuku (RDC). La aldea en que se produjo el segundo de ello está cerca del río Ébola, por lo que de ahí surgió el nombre del virus.
El control de los brotes se dio con diferentes aplicaciones: atención, prácticas de control y prevención de la infección, vigilancia y rastreo de casos confirmados, entierros en condiciones de seguridad o movilización social.
Hasta el momento no hay un tratamiento aprobado para neutralizar esta enfermedad, pero se encuentran desarrollando varias formas de hemoterapia, inmunoterapia y farmacoterapia, y tampoco existen vacunas aprobadas, sin embargo, evalúan dos posibles candidatas.
Por: Alina Espinoza/R