Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Mientras la noche caía sobre el Centro Histórico de Morelia, en punto de las 19:00 horas, desde la Calzada Fray Antonio de San Miguel dio inicio la Procesión del Silencio, una de las tradiciones más solemnes y conmovedoras de la ciudad.
Desde horas antes, a los costados de la avenida Madero, la población comenzó a apartar sus lugares. Algunos llevaron sillas o bancos; otros, simplemente, permanecieron de pie, atentos a la procesión que estaba por comenzar.
La Procesión del Silencio es una de las actividades características de Semana Santa, en la que diversos grupos, conocidos como cofradías, recorren las calles en señal de duelo y respeto por la pasión y muerte de Jesucristo.
Cuando se escucharon los primeros golpes de tambores y el resonar de las matracas, el habitual ruido del centro de la capital michoacana se apagó por completo.
Una a una, las 21 cofradías que participaron en esta ocasión avanzaron lentamente por la avenida principal de la ciudad. Las y los cofrades portaban sus características túnicas oscuras, estandartes y velas. Algunos cargaban la figura de la Virgen; otros, la figura de Cristo.
Durante el trayecto, la única luz que acompañaba la procesión eran las tenues llamas de las velas que sostenía la población, la cual observaba con atención el paso solemne de la procesión, que se dirigía hacia la Catedral de Morelia.
En esta ocasión, las cofradías presentaron el pésame a la Virgen en las inmediaciones del escenario instalado a unos metros del recinto religioso de cantera rosa, donde Carlos Garfias Merlos, arzobispo de la Arquidiócesis de Morelia, compartió unas palabras.
"Virgen santísima, hoy estamos ante ti para acompañarte en este viernes de la pasión de tu hijo, y más que mirarte, míranos tú a nosotros y muéstranos tu amor (...)", destacó el monseñor Garfias Merlos, quien además pidió a la Virgen protección para el país, para los niños, mujeres, jóvenes y ancianos.
Posteriormente, el arzobispo concedió el permiso para que la Archicofradía de Campaneros y Matraqueros de la Catedral de Morelia hiciera resonar la matraca monumental, en muestra de luto por la muerte de Cristo.
Así, con el sonido seco y triste de la matraca y el resonar de los tambores, la Procesión del Silencio siguió su curso hacia la Parroquia del Sagrario Metropolitano, también conocida como el Templo de Capuchinas.
mrh