Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La Navidad en Michoacán sabe a guayaba, cajeta, coco y fruta cristalizada. Ya sea como postre en la mesa o como regalo especial, los dulces tradicionales del estado se mantienen como una de las opciones favoritas durante esta temporada decembrina, gracias a su variedad, tradición y precios accesibles.
A lo largo de los años, la cocina michoacana ha ganado reconocimiento internacional, y sus dulces no se quedan atrás. Granos, frutas y recetas heredadas por generaciones se transforman en delicias como los ates, las morelianas y los emblemáticos chongos zamoranos, que hoy se disfrutan dentro y fuera del país.
Entre los más buscados en estas fechas se encuentran el rollo de guayaba, morelianas bañadas en cajeta o tamarindo, cocadas, palanquetas, pipitorias y dulces cristalizados de fresa, naranja, piña, higo, pera, calabaza, chilacayote, biznaga y camote. También destacan el limón relleno de coco y los tradicionales chongos zamoranos, ideales para regalar o compartir en familia.
En Morelia, estos sabores se concentran en puntos emblemáticos como el Mercado de Dulces, en pleno Centro Histórico, y el Museo del Dulce, sobre la avenida Madero, donde además de comprar, se puede conocer la historia de los ates. Otra parada obligada es Calle Real, en la avenida Acueducto, con una amplia variedad de productos regionales.
A pocos kilómetros de la capital, Jeráhuaro y Ucareo, tenencias de Zinapécuaro, aprovechan su vocación frutícola para elaborar mermeladas, conservas, cremas y licores artesanales. La visita se complementa con atractivos turísticos cercanos como Los Azufres, Laguna Larga y el Santuario de la Mariposa Monarca en Sierra Chincua.
En Pátzcuaro, Pueblo Mágico por excelencia, los visitantes pueden disfrutar de la tradicional nieve de pasta y de membrillo, así como buñuelos, empanadillas, dulces cristalizados y crema con leche, mientras recorren la plaza Vasco de Quiroga, el nuevo mercado, el Estribo Grande o el Centro Cultural Antiguo Colegio Jesuita.
Así, entre aromas, colores y sabores, los dulces michoacanos siguen siendo un regalo con historia y una tradición viva que endulza la Navidad.
SHA