Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Con una ceremonia de purificación y sanación encabezada por el pueblo Mazahua, el Poder Judicial del Estado de Michoacán dio inicio a una nueva etapa histórica en la región Oriente, con la apertura formal de la Sala Colegiada Civil y la Sala Unitaria Penal en Zitácuaro.
Desde la Peña de Las Golondrinas, comunidad emblemática para los pueblos originarios, autoridades ejidales y representantes de autogobiernos de Crescencio Morales, Donaciano Ojeda, Francisco Serrato, Carpinteros y San Cristóbal se reunieron para expresar su respaldo a magistradas, magistrados, juezas, jueces y al Fiscal General del Estado, Carlos Torres Piña.
Durante su intervención, el fiscal Torres Piña subrayó la relevancia espiritual y social de este acontecimiento: “El respeto a la madre tierra es un principio de vida en comunidad. Este nuevo Poder Judicial es una oportunidad histórica para acercar la justicia al pueblo y devolverle su legitimidad”.
Asimismo, recordó que la reciente integración del Poder Judicial surge del voto popular, lo cual fortalece su representatividad durante los próximos ocho años. “Nos une un compromiso de hermandad con los pueblos originarios”, añadió al agradecer la hospitalidad de las comunidades anfitrionas.
Por su parte, el magistrado Lenin Sánchez Rodríguez, presidente de la Sala Colegiada Civil, evocó el legado insurgente de Zitácuaro: “Aquí se instaló la Suprema Junta Nacional Americana, base para la Constitución de Apatzingán. Hoy ese legado se concreta con estas salas regionales”.
“Nos comprometemos con las comunidades y pueblos, pero también con mujeres, niñas, niños, adolescentes y grupos vulnerables. Para hacer mejor las cosas necesitamos juzgar menos y escuchar más”sostuvo Sánchez Rodríguez
La magistrada Araceli Palomares Miranda, visiblemente emocionada, agradeció el respaldo ciudadano y de las comunidades: “Sepan ustedes que no les vamos a fallar. Nuestro trabajo lo haremos con entrega, esfuerzo y valor para servirles”, afirmó, destacando la trascendencia del momento en la historia judicial local.
También el magistrado José López Esteban destacó que esta apertura marca un “nuevo comienzo” en la justicia michoacana, al tiempo que agradeció a las comunidades por compartir sus tradiciones y reiteró que el tribunal “estará siempre a disposición de la sociedad”.
En la misma línea, el magistrado Carlos Abraham Ayala Rodríguez refrendó el compromiso de mantener un Poder Judicial abierto, accesible y con sentido humano: “Escuchar y atender a las y los michoacanos es nuestra prioridad”.
Como símbolo del vínculo entre justicia y raíces culturales, el pueblo Mazahua entregó a los jueces y magistrados un morral tradicional. “Cada puntada lleva un sentimiento, un mensaje y un acompañamiento del pueblo Mazahua. Aquí está nuestra historia y nuestro respaldo”, se escuchó en voz de los representantes comunitarios.
RPO