Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- A tres días de la entrada en vigor de la prohibición federal que impide la venta de comida chatarra dentro de los planteles educativos del país, la escena afuera de las escuelas primarias del Centro Histórico de Morelia sigue siendo la misma: hielitos, frituras, dulces, jugos, refrescos y otros productos altos en azúcar, grasas y harinas refinadas continúan al alcance de los estudiantes, justo al cruzar la reja.
Durante un recorrido realizado este martes por MiMorelia.com, se observaron puestos ambulantes instalados en las inmediaciones de al menos cuatro escuelas primarias de la zona centro. Madres, padres y personas responsables de los menores son quienes adquieren estos productos a petición de los niños, mientras esperan la salida escolar o al despedirse antes de ingresar a clases.
Aunque la medida de la Secretaría de Educación Pública busca promover hábitos alimenticios más saludables entre los alumnos, lo cierto es que la disposición no abarca el espacio público inmediato a las instituciones educativas. Es decir, fuera de los planteles, la venta de comida chatarra sigue permitida.
Así lo reconoció el secretario del Ayuntamiento de Morelia, Yankel Benítez Silva, quien señaló que será la Dirección de Salud municipal la encargada de analizar la situación y establecer mecanismos que permitan al Ayuntamiento sumarse a lo que establece la ley.
“Estamos a la espera de establecer mecanismos para ver cómo podemos aportar desde el Ayuntamiento a efecto de impulsar lo que marca la ley (...) Tengo entendido que la Dirección de Salud va a empezar a buscar de qué manera el resto del municipio ayuda a las labores que le corresponden”, apuntó.
En este mismo contexto, Marco Antonio Garibay González, director de Plazas y Mercados del municipio, informó que están a la espera de las recomendaciones de las áreas de salud para saber cómo proceder en torno a los puestos instalados en las afueras de las escuelas. Explicó que los 56 inspectores municipales que recorren las casi mil colonias de Morelia ya incluyen estos puntos en sus revisiones.
“Conocemos de la nueva disposición y nosotros esperaremos a que las áreas de salud del municipio hagan las recomendaciones propias para que no nos equivoquemos ni hagamos ninguna acción que conlleve a la suspensión sin fundamentos”, subrayó.
El funcionario consideró además que la responsabilidad no recae únicamente en la autoridad municipal, sino también en las propias instituciones educativas, pues son estas las que, en muchos casos, permiten la presencia de vendedores afuera de sus instalaciones.
Uno de ellos es el señor Gustavo, vendedor de papitas, quien reconoció que conoce la nueva regulación, pero hasta ahora no ha recibido indicaciones para modificar su actividad.
“Mire, la verdad no hemos tenido problema porque la ley que entró es para dentro de las escuelas. Tengo aquí ya varios años, de aquí me sostengo, y si nos dicen algo a nosotros, lo que yo haría sería cambiar de giro. Tal vez ya no vendería mis papas o churros, pero ya se tendría que ver más adelante”, compartió en entrevista.
mrh