Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) lamentó el fallecimiento de Miguel Ángel García Medina, ciudadano mexicano que fue herido el pasado 24 de septiembre en un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Dallas, Texas, mientras se encontraba bajo custodia de las autoridades migratorias estadounidenses.
La información fue confirmada por la propia cancillería mexicana este martes a través de un comunicado oficial, en el que señaló que el Consulado General de México en Dallas mantuvo contacto cercano con la esposa y la madre del fallecido.
La representación diplomática gestionó un permiso humanitario para que su madre pudiera viajar a Estados Unidos y acompañar a la familia en sus últimos momentos. Asimismo, se les canalizó con asesoría legal para evaluar posibles acciones jurídicas.
“La Secretaría de Relaciones Exteriores, por conducto del Consulado General en Dallas, continuará brindando el apoyo consular necesario a sus familiares”, indicó el boletín.
La SRE afirmó que mantendrá comunicación directa con las autoridades estadounidenses competentes, a fin de dar seguimiento puntual a la investigación de los hechos y exigir su esclarecimiento. También reiteró su compromiso de velar por los derechos y la protección de las personas mexicanas en el exterior.
El caso de Miguel Ángel García Medina no es el único que ha generado indignación. Apenas unas semanas antes, otro connacional, Silverio Villegas González, originario de Irimbo, Michoacán, también murió a causa de un operativo migratorio en Estados Unidos.
Silverio, de 38 años de edad, fue abatido por un agente del ICE el pasado 12 de septiembre en la zona de Franklin Park, cerca de Chicago, Illinois. De acuerdo con el reporte oficial, el mexicano intentó huir y arrastró al agente con su vehículo, por lo que este último abrió fuego. Sin embargo, medios internacionales que tuvieron acceso a grabaciones de cámaras corporales han señalado que los hechos podrían no haber ocurrido exactamente como se narró en un inicio.
Villegas tenía más de 18 años radicando en Estados Unidos y era padre de dos hijos pequeños. Su cuerpo fue repatriado a Michoacán, donde fue despedido por familiares y vecinos en su pueblo natal. La muerte generó un llamado de atención internacional, e incluso autoridades como la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, pidieron una investigación transparente y profunda.
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