Tzintzuntzan, Michoacán (MiMorelia.com).- A solo 40 minutos de la capital michoacana, se encuentra el pueblo mágico de Tzintzuntzan, ubicado en la zona lacustre de Pátzcuaro. A lo largo de los años, Tzintzuntzan ha logrado conservar su entorno pintoresco, y la importancia de su historia lo convierten en un destino obligado en el corredor turístico denominado “Ruta Don Vasco”.
En la cabecera municipal de Tzintzuntzan (cuyo nombre significa “Lugar de Colibríes”), y que alguna vez fue la ciudad más importante del Imperio Purépecha, se puede visitar uno de los conjuntos arquitectónicos más destacados e importantes de Michoacán, considerado por muchos estudiosos como el más antiguo del estado.
Este conjunto conventual tiene como primer antecedente histórico una primitiva capilla dedicada a Santa Ana, construida en el siglo XVI en un sitio elevado cerca de la actual zona arqueológica. Aquella capilla original se edificó con madera, adobe y fibras vegetales, pero con el tiempo, sus deficiencias estructurales exigieron una construcción más duradera.
Según antiguas crónicas franciscanas, fue fray Pedro de Pila quien ordenó la construcción del edificio que perdura hasta nuestros días, que en aquel entonces habría sido uno de los más importantes de toda la provincia franciscana de Michoacán.
La fachada principal de los templos y del convento son una verdadera joya arquitectónica de estilo barroco y plateresco, construidas casi en su totalidad con piedra volcánica.
La fachada del antiguo convento deja ver uno de los elementos más destacados del conjunto arquitectónico: las capillas abiertas. Estas capillas fueron utilizadas para celebrar misas y evangelizar a gran parte de la población indígena.
Los principales objetivos de los franciscanos en los territorios conquistados por los españoles en el siglo XVI fueron precisamente la evangelización y la abolición de la mayoría de sus antiguas creencias. A pesar de ello, aún perduran algunas lajas de piedra adosadas en los muros con algunos gravados que representan la cosmovisión purépecha, estas lajas son llamadas janamus.
En el interior del antiguo convento franciscano de Santa Ana se encuentran diversos momentos de la historia de Tzintzuntzan que fueron registrados en los muros. En este contexto, las expresiones culturales del recinto son una fuente de información imprescindible debido a las diferentes representaciones y aspectos de la vida cotidiana que se muestran de esta comunidad. Por ello, la población de Tzintzuntzan consideró necesaria la rehabilitación del inmueble para conservar el patrimonio cultural de Michoacán.
Durante muchos años, el convento estuvo en un estado deplorable, aunque funcionó como casa parroquial. Fue gracias al esfuerzo realizado por la asociación “Adopte una obra de arte” en que los primeros años de este siglo se logró el interés y apoyo económico para llevar a cabo las medidas necesarias para rehabilitar el sitio en el año 2004.
Actualmente el conjunto conventual de Tzintzuntzan está conformado por diversos edificios históricos, algunos de los cuales fueron construidos y otros restaurados con el tiempo. Estas edificaciones son:
1. El templo y convento de San Francisco.
2. La Capilla abierta de San Nicolás, incorporada en la fachada del convento.
3. La Capilla de Nuestra Señora de la Soledad.
4. La Capilla abierta de la Concepción.
5. El atrio principal, donde se encuentra la cruz atrial, los nichos que sirven para representar las estaciones del viacrucis, tumbas del antiguo cementerio y los famosos olivos que fueron plantados por los franciscanos.
6. El atrio del antiguo Hospital, donde se encuentra la primera pila bautismal de Michoacán, la casa del carguero y la capilla de la Concepción.
7. Vestigios de la antigua Capilla de la Tercera Orden
8. Casa Parroquial, que se trata de la construcción más reciente.
Actualmente el sitio es resguardado por la población local y está abierto al público de lunes a domingo de 9 a 18 hrs. Si decides visitar el sitio recuerda cuidar el patrimonio histórico.
AVS