Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El bullying o acoso escolar es un fenómeno que no es nuevo pero cuya práctica ha ido en aumento y actualmente ha derivado en algunas tragedias, como el caso de la muerte de una joven estudiante de secundaria en el Estado de México, luego de que una de sus compañeras le golpeara la cabeza en repetidas ocasiones.
En tanto, en Lázaro Cárdenas, Michoacán, otro caso fue denunciado a través de las redes sociales el pasado 15 de marzo. Dos jóvenes, una estudiante de la Secundaria Técnica número 12 y la otra de la Federal José María Morelos, se liaron a golpes ante la mirada expectante de compañeros de ambas instituciones. Una de ellas tuvo que ser llevada al hospital para su valoración pero afortunadamente sólo sufrió lesiones menores.
El acoso escolar tiene niveles, motivos y en muchos casos es multifactorial. Por ejemplo, Aramis, con quien tuvimos la oportunidad de platicar, recuerda que fue tanto el acoso que tuvo problemas de salud serios.
"Fue durante el primer año (de secundaria); fue tal la carga que sentí, de manera emocional y psicológica, que derivó en un problema de salud y por este problema de salud tuve que dejar un tiempo los estudios para poder recuperarme e iniciar de nuevo la secundaria, pero en otro plantel", recordó en entrevista con MiMorelia.com.
La Secretaría de Educación en el Estado de Michoacán (SEE) ha documentado 96 casos de bullying en el último año; 11 de ellos se encuentran en el área jurídica porque se registró algún grado de violencia. Incluso, se investiga el caso de una madre de familia que quiso golpear a otro padre de familia.
Aramis recuerda que el acoso fue en aumento, pues si bien inició con comentarios desagradables a la hora de jugar futbol, después se trasladó al salón e incluso llegó a empujones con una fuerza innecesaria a la hora de practicar deportes.
Ya no era suficiente hacerme sentir incómodo a la hora del deporte; trasladaron esto al salón y eso me llevó a mi problema de salud. Llegaba a mi casa, me encerraba en mi cuarto y me ponía a escuchar música; le pegaba a mi almohada y era la forma de sacar parte de la frustración y del coraje de que no me podía defender porque eran bastantes (contra mí)", añade.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) tiene al menos 12 quejas por bullying en escuelas de Michoacán. El caso de Lázaro Cárdenas expuesto en redes sociales se investiga de oficio, aunque esperan la ratificación de la queja por parte de la afectada.
La Comisión alertó que Morelia es el municipio que más quejas concentra y lamentó que en algunos casos el problema es tolerado por educadores.
En su momento lo platiqué con los docentes y directivos de la escuela y poco o nada hicieron; las situaciones siguieron", subrayó Aramis.
En este contexto, la diputada local del PRI Daniela de los Santos señaló que, en acercamiento con la ciudadanía, se ha enterado de al menos 20 casos de violencia en distintas escuelas de Morelia.
Lamentó que en algunas de esas escuelas no se pueda atender esta problemática por falta de herramientas o de personal, incluso por problemas sindicales, ya que en algunos planteles hay perfiles en Psicología que atienden áreas administrativas y por asuntos del magisterio no se pueden mover.
Ante esta problemática, la Secretaría de Educación en Michoacán, en coordinación con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), prepara una serie de talleres para fomentar la cultura de la paz y sana convivencia en las escuelas.
De igual manera, ha distribuido en mayor cantidad la Guía Operativa para la Convivencia Escolar y el Protocolo de Intervención para la Violencia Escolar; además ha capacitado a casi 13 mil personas en materia de prevención de violencia, cultura de la paz, salud mental, entre otros.
“Recuerdo que un chico sí se intentó defender pero fueron entre cuatro y cinco los que lo golpearon; ya no había chance de que se pudiera defender y no hubo mayor sanción que un reporte”, finaliza Aramis.
Aramis recuerda que durante el año en que fue víctima de bullying se aisló para tratar de evitar cuestionamientos. “Llegaba a casa y me encerraba en mi cuarto, no quería hablar con mi familia. Me preguntaban que cómo me había ido en la escuela y era un tema que prefería evadir”.
Añade que uno de los jóvenes que más lo molestaban atravesaba por problemas en su casa también. “Recuerdo muy bien que había comentado que sus padres eran divorciados y que posteriormente su madre había contraído matrimonio con otra persona con la que no se llevaba bien y eso le daba coraje; supongo que ese coraje y frustración los transmitía en la escuela y me tocó ser una de las personas con las que se desquitó”.
rmr