El algoritmo de Bouman permitió unir los datos recopilados a través de la red EHT.
En este mismo sentido, la investigadora lideró varias pruebas que estaban destinadas a garantizar que la imagen del agujero negro no fuera el producto de algún error o fallo técnico.
Es por esto, que se requirió de la colaboración en cuatro equipos divididos que analizaron los datos de forma independiente, logrando que todos estuvieran seguros del hallazgo.
"SOMOS UN CRISOL DE ASTRÓNOMOS, FÍSICOS, MATEMÁTICOS E INGENIEROS, Y ESO ES LO QUE SE NECESITA PARA LOGRAR ALGO QUE SE CREÍA IMPOSIBLE", señaló BOUMAN.