Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- A los hombres y mujeres estresados y preocupados en esta contingencia sanitaria por las dificultades que implica compaginar el trabajo con el apoyo escolar a los hijos menores de edad aislados en casa, el licenciado en psicología, Andrés Aguirre Reyes, recomendó no olvidar que su labor más importante es ser padres de familia.
En entrevista exclusiva, el coordinador del Centro de Escucha "Vasco de Quiroga" en la foranía número 30 de la Arquidiócesis de Morelia, situada en Ciudad Hidalgo, Andrés Aguirre Reyes, señaló que un sector de la población puede enfrentar cuadros de estrés, no por estar en casa, sino por la sensación de querer salir y no poder hacerlo, ante la medida de aislamiento obligatorio emitida por autoridades para frenar los contagios por Covid-19.
"Empezamos con temor y conforme van fluyendo las noticias va subiendo de tono, después ya es miedo, luego pánico", expuso, para el caso de los adultos.
El también maestro en dificultades en el aprendizaje, con 25 años al servicio de la Secretaría de Educación, compartió que los niños no tienen miedo, por el contrario, son temerarios y lo que quieren es enfrentarse al mundo, sobre todo los de preescolar y primaria.
Dijo que es por ello que cuando los niños manifiestan la necesidad de actuar con libertad de movimiento y se topan con el confinamiento, llegan a sufrir angustia, dificultades en la relación, rebeldía, máxime si son obligados a jornadas excesivas de labores académicas que no están acostumbrados a efectuar en casa.
Subrayó que, en la época actual, en la que tanto el padre como la madre de familia tienen que salir a laborar para completar el sustento del hogar, no es fácil que puedan compaginar tal responsabilidad con las actividades que tradicionalmente desarrollaban los niños en las aulas, pero reflexionó en el sentido de que no deben caer en excesos.
"Deben cumplir con su trabajo, con una parte de labor docente, pero fungir sobre todo como padres de familia, esa es la actividad, desde mi punto de vista, más importante", advirtió, con el señalamiento de que esto último va más allá de apoyar a los niños con la tarea, de cubrir sus necesidades básicas de alimentación, vestido y calzado. "Hay que alimentar la parte emocional".
El especialista no omitió señalar que cuando uno de tales propósitos no se cumple, el adulto genera una fuerte carga de estrés, misma que se manifiesta en baja tolerancia, enojo, y, mínimamente violencia verbal hacia los menores.
Bajo esta tesitura recomendó fortalecer los lazos de convivencia, por ejemplo: ver películas, participar en tradicionales juegos de mesa, desarrollar actividades artísticas, escuchar música, cantar o bailar.
Te puede interesar:
También establecer horarios para la realización de las actividades académicas, las cuales no necesariamente deben llevarse a cabo de manera corrida, y, si se llega a presentar algún problema que haya impedido el cumplimiento de las mismas, poner en antecedente al o los maestros, sin temor a mostrar vulnerabilidad.
Por: Sayra Casilla/R