Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- ¿Te sientes un tanto alicaído y desearías tener un poco más de energía para superar la semana sin problemas? No eres el único, la verdad. En esta época del año, todos nos sentimos un poco más desanimados y cansados: hemos dejado atrás la Navidad, la vida parece haberse ralentizado y el sol no brilla tanto como desearíamos. El resultado es un bajón de energía que, a menudo, viene acompañado de un mayor estrés.
Lo bueno es que no todo está perdido. En este artículo te explicamos qué puedes hacer en esta situación con una serie de consejos que te ayudarán a cargar las pilas.
Sal a pasear a la hora de comer
El hecho de que llueva o haga viento no tiene que obligarte a quedarte encadenado a la mesa de la oficina todo el día. El problema del invierno es que los días son más cortos (menos horas de sol) y el clima no suele acompañar. Aunque la idea de salir a pasear con frío no te atraiga mucho, lo cierto es que es muy bueno para la salud.
Coge el hábito de salir 20 minutos al día, haga el tiempo que haga, y ya verás como pronto te empezarás a sentir mejor. Y es que el aire fresco y el ejercicio son ideales para el bienestar general.
Come frutos secos
A la hora de merendar, es habitual tirar de una lata de refresco y una barrita de chocolate; sin embargo, eso no es lo que necesita el cuerpo. En lugar de ello, te recomendamos que apuestes por unos frutos secos. Aunque no sea lo que más te apetezca, son lo que tu cuerpo necesita. Los aceites y las proteínas de los frutos secos son alimentos 100 % naturales que van muy bien para el cerebro.
Dándole al cerebro el combustible que necesita, evitarás las subidas de azúcar y el estrés que provocan los alimentos muy dulces. En la mayoría de los supermercados encontrarás todo tipo de frutos secos listos para comer; simplemente evita aquellos que estén fritos o tengan sales añadidas.
Mejora la postura
Sentarse con la espalda encorvada puede resultar más cómodo, pero manda una señal de sueño al cerebro. Nuestro sistema está preparado para favorecer el sueño cuando nos reclinamos o estiramos, por lo que encorvarse hará que nos sintamos más cansados y nos complicará sacar el trabajo adelante. La solución es sentarse recto con la pantalla y el teclado situados a una distancia ergonómica de la silla.
Puede que al principio te sientas un poco rígido, pero es importante ser constante para acabar acostumbrándose. Si además varías la posición de vez en cuando sin llegar a encorvarte, facilitarás el riego sanguíneo, te cargarás de energía y reducirás el estrés.
Aprende algo de camino al trabajo
Pasamos tanto tiempo en la oficina que sentimos que no tenemos tiempo para nada más. La clave es aprovechar el tiempo al máximo de modo que parezca que no lo estamos perdiendo. Por ello, te recomendamos que escuches audiolibros de camino al trabajo.
Mientras el resto del mundo juega con el móvil o escucha música en mitad del tráfico, tú podrías estar formándote o aprendiendo cosas nuevas. Busca material de algún tema que te apasione y alimenta el cerebro de una forma fácil y entretenida.
Aparca un rato el móvil
Millones de personas recurren al teléfono móvil al final de la jornada laboral. Aunque lo usamos para relajarnos, el teléfono puede provocar ansiedad. Consumir contenidos en Instagram o TikTok, ponernos al día con los mensajes de WhatsApp o echar unas partidas a las tragaperras son cosas que todos hacemos sin planteárnoslo. Ahora bien, ¿y si aparcamos un rato el móvil y aprovechamos para leer un libro o una revista durante una horita? Múltiples estudios han demostrado que descansar del mundo virtual un rato cada día fomenta el amor propio, la capacidad para concentrarse durante periodos más largos e incluso la creatividad. Confía en nosotros: vale la pena probarlo.
Respeta los horarios de las comidas
En épocas de mucho trabajo, es habitual dejar de lado las comidas, lo que provoca que luego tengamos hambre y busquemos algo de comida rápida y poco saludable o que pidamos comida a domicilio por falta de tiempo. El problema es que este tipo de alimentos, aunque nos parezcan deliciosos, no suelen darle al cuerpo la energía que necesita para funcionar de manera óptima. Es como si a un coche de carreras, que necesita un combustible de alto octanaje, le pusiéramos gasolina diluida o incluso diésel. Dale al cuerpo el combustible adecuado y verás cómo aumenta tu nivel de energía y se reduce el de estrés.
Conclusión
Nadie debería sentirse atrapado en el trabajo y con la sensación de que el fin de semana no llega nunca. El objetivo de esta pequeña guía es convencerte de que puedes transformar tu vida aplicando pequeños cambios. No es necesario que los introduzcas todos a la vez. De hecho, lo mejor es irlos aplicando uno a uno para facilitar la creación de un hábito. Así pues, elige el más fácil y empieza por ahí. ¡Buena suerte!