De acuerdo con la Ley de Movilidad y Seguridad Vial del Estado de Michoacán de Ocampo, el Estado debe garantizarnos el derecho a la movilidad en condiciones que aseguren el tránsito, seguridad vial, accesibilidad, eficiencia, eficacia, sostenibilidad, calidad, inclusión e igualdad.
Esto incluye regular la circulación de vehículos y peatones en vías públicas, promoviendo sistemas de movilidad bajo mecanismos de participación con las autoridades de los tres órdenes de gobierno y la misma sociedad.
A dos años de la publicación de esta ley, la movilidad pasó de ser un desafío a un derecho garantizado para todos los michoacanos, que al día de hoy no contamos con políticas públicas enfocadas a las necesidades que tenemos en nuestra movilidad diaria.
La ley no ha transformado el sistema de movilidad del estado. Seguimos sin que se preserve la seguridad de las personas, y termina siendo letra muerta cuando esta no se socializa ni se promueve una cultura vial.
La movilidad pasó de ser un desafío a un derecho, y de un derecho regresó a ser nuevamente un desafío. Esto es así porque diariamente el conductor de transporte público, privado y el de carga transitan desafiando las leyes que los regulan.
Si no me cree, basta ver una gran cantidad de motociclistas circulando a toda hora en nuestra ciudad: sin placas, en motos en mal estado, los conductores sin casco, agresivos, sin la más mínima cultura vial, ocasionando muchos accidentes porque no saben manejar, y algunos hasta delinquiendo.
Cada conductor de estos está desafiando al Estado, y éste se encuentra legitimado y a tiempo para ponerlos en orden, haciendo valer la Ley de Movilidad y Seguridad Vial del Estado de Michoacán de Ocampo. Urge una estrategia para inculcar una cultura vial por el bien de todos los michoacanos.
¿Las motocicletas son una solución o un problema para la movilidad?
Usted ya tiene el veredicto.
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rmr