
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Aunque por años se ha relacionado con el mundo del fitness y los gimnasios, la creatina podría ser la clave para que las personas adultas mayores enfrenten el envejecimiento con mayor fuerza, lucidez mental y energía.
Diversas investigaciones científicas coinciden en que esta sustancia, producida naturalmente por el cuerpo y presente en alimentos como carnes rojas y mariscos, no solo mejora el rendimiento físico, sino también ofrece beneficios significativos para la salud muscular y cerebral de personas mayores de 60 años.
La creatina participa activamente en la producción de energía celular, al generar adenosín trifosfato (ATP), que alimenta la función muscular. Aproximadamente el 95% de esta sustancia se almacena en los músculos, aunque también se encuentra en el cerebro.
Con el paso de los años, los niveles naturales de creatina disminuyen, lo que impacta la fuerza, movilidad y agilidad mental. Por ello, su suplementación es vista cada vez más como una herramienta viable para mejorar la calidad de vida en la vejez.
Preservación muscular: Ayuda a conservar la masa y fuerza muscular, reduciendo el riesgo de caídas.
Mejor salud ósea: Contribuye a fortalecer huesos, clave para prevenir fracturas.
Mayor claridad mental: Algunos estudios vinculan su consumo con mejoras en memoria, razonamiento y prevención del Alzheimer.
Más energía y menos fatiga: Eleva la vitalidad general y reduce el cansancio asociado a la edad.
No obstante, especialistas advierten que su consumo debe formar parte de un estilo de vida saludable, acompañado de actividad física regular y una dieta balanceada.
Aunque la creatina se considera segura para la mayoría, se recomienda iniciar su uso bajo la supervisión de un médico o nutriólogo, quien podrá indicar la dosis adecuada con base en el estado de salud y necesidades de cada persona.
Generalmente, los suplementos de creatina vienen en polvo o cápsulas, y pueden tomarse una vez al día, disueltos en agua o jugo.
Está contraindicada para personas con enfermedades renales, hepáticas o diabetes. También deben evitarla mujeres embarazadas o en etapa de lactancia. En estos casos, podría haber complicaciones relacionadas con la filtración o procesamiento de esta sustancia en el cuerpo.
RPO