
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En un mundo cada vez más consciente de la salud intestinal, un humilde ingrediente mediterráneo podría tener la clave para aliviar la inflamación digestiva: las alcaparras.
Estas pequeñas gemas verdes, conocidas por su sabor intenso y ligeramente ácido, no son sólo un condimento para pastas o ensaladas. Según el blog gastronómico La Boulette, su uso medicinal se remonta a la Antigua Grecia y Roma. Dioscórides, médico del siglo I, ya destacaba sus propiedades digestivas.
Las alcaparras son los botones florales no abiertos del arbusto Capparis spinosa, que crece principalmente en regiones mediterráneas. Tras su recolección manual, se curan en salmuera o sal seca para eliminar su sabor amargo natural y desarrollar su característico gusto salado y picante.
Además de realzar platos como el vitel toné, la salsa tártara o la putanesca, las alcaparras poseen propiedades que van más allá del gusto.
Estudios científicos sugieren que sus antioxidantes pueden reducir procesos inflamatorios, lo que beneficia especialmente al sistema digestivo.
Altos niveles de antioxidantes
Contienen flavonoides como la quercetina y la rutina, que ayudan a proteger las células del envejecimiento prematuro.
Bajas en calorías
Una cucharada aporta menos de 5 calorías, lo que las convierte en una opción ideal para quienes cuidan su peso.
Aporte de micronutrientes
Proveen pequeñas dosis de vitamina K, hierro y cobre, importantes para la salud ósea y la coagulación sanguínea.
Estimulan la digestión
Sus compuestos amargos naturales pueden favorecer el apetito y mejorar el proceso digestivo.
Cuidado con el sodio
Pese a sus beneficios, las alcaparras deben consumirse con moderación, especialmente por personas con hipertensión. Al conservarse en salmuera o vinagre, su contenido de sodio es alto. Se recomienda enjuagarlas antes de su consumo.
RPO