
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En medio de la devastación causada por las intensas lluvias que azotaron el oriente del país, un suceso insólito ha capturado la atención de todo México: un restaurante flotante fue arrastrado más de 200 kilómetros río abajo, en una travesía tan improbable como simbólica.
La corriente del río creció hasta siete metros, lo suficiente para arrancar la estructura entera y llevarla a la deriva hasta las costas del municipio de Alvarado, a más de 200 kilómetros de su ubicación original. Sorprendentemente, la estructura llegó prácticamente intacta.
Las imágenes muestran el restaurante navegando sin rumbo fijo, como una balsa gigantesca guiada por la furia de la naturaleza. El contraste entre la tragedia que viven miles de damnificados y la épica travesía del restaurante ha convertido este hecho en símbolo viral de lo impredecible.
Aunque las autoridades locales continúan los trabajos de rescate y evaluación de daños, el caso ha dejado una marca imborrable en la memoria colectiva.
RPO