
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El diputado federal por Morena, Armando Corona Arvizu, ofreció una disculpa pública tras la polémica causada por su iniciativa para sancionar con cárcel la difusión de contenidos digitales creados con inteligencia artificial (IA) que afecten la reputación de una persona, incluidos los memes.
El legislador reconoció que la inclusión de funcionarios públicos como posibles víctimas dentro del proyecto de reforma al Código Penal Federal generó fuertes críticas por parte de usuarios de redes sociales, especialistas y defensores de la libertad de expresión.
“Les pido una disculpa a quienes ofendí o preocuparon porque pensaban que la libre expresión se iba a cortar. Hoy les digo: no se preocupen, vamos a velar por ello”, declaró el legislador en un mensaje en redes sociales.
La iniciativa, dada a conocer por el periodista Juan Ortiz de Emeequis, planteaba penas de tres a seis años de prisión y multas de 300 a 600 días de salario mínimo a quien difundiera contenidos creados con IA que causaran daño moral, ridiculización o acoso hacia una persona.
Sin embargo, uno de los puntos más controversiales era que si la víctima era un funcionario público, las penas se duplicaban, alcanzando hasta 12 años de prisión y 1,200 días de multa. Esto fue interpretado por diversos sectores como un intento de censurar la sátira política y el humor en línea.
En respuesta a la controversia, el legislador anunció que modificará el proyecto para excluir a los servidores públicos del grupo de personas protegidas. La iniciativa quedará enfocada únicamente en sectores vulnerables, como mujeres, niñas, niños, adolescentes, personas mayores y con discapacidad.
Tras emitir su mensaje, el diputado cerró al público su cuenta de redes sociales, debido a la ola de críticas recibida.
La iniciativa permanece en revisión dentro de las comisiones de Justicia y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, y su avance dependerá de los consensos que logre Morena, que mantiene mayoría en la LXVI Legislatura.
El caso ha encendido el debate sobre cómo legislar el uso de la inteligencia artificial sin vulnerar la libertad de expresión, un reto creciente ante el avance de la tecnología y su impacto en la esfera digital.
mrh