
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Rafael Caro Quintero, uno de los narcotraficantes más conocidos de México, enfrenta un estricto régimen de aislamiento en la prisión metropolitana de Brooklyn, en Nueva York, bajo las denominadas Medidas Especiales Administrativas (SMA, por sus siglas en inglés), impuestas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Las nuevas condiciones entraron en vigor el pasado 17 de marzo y, según documentos oficiales, Caro Quintero permanece encerrado en su celda durante 23 horas al día, sin contacto con otros internos, familiares ni medios de comunicación. La medida fue autorizada directamente por el fiscal general de EE.UU., al considerar que el recluso representa un “riesgo excepcional”.
Estas medidas son aplicadas a personas acusadas de terrorismo, líderes de organizaciones criminales o involucradas en delitos de alto impacto. Las SMA permiten al gobierno restringir o eliminar la comunicación del preso con el exterior para evitar la planificación de delitos desde prisión.
Confinamiento en solitario: 23 horas en su celda; una hora diaria bajo supervisión extrema en espacios comunes.
Prohibición de contacto: Sin posibilidad de comunicarse con otros reclusos ni familiares.
Monitoreo de defensores: Las conversaciones con sus abogados podrían ser grabadas.
Censura de comunicaciones: Correspondencia y llamadas telefónicas pueden ser retenidas o eliminadas.
Audiencia definirá su defensa
La fiscal encargada del caso, Sarith Komatireddy, informó al juez federal Frederic Block que se discutirá esta medida en una audiencia de revisión programada para el 26 de marzo.
Actualmente, Caro Quintero cuenta con defensa asignada por la Corte, pero en los últimos días se ha reportado el interés de abogados privados en representarlo. Será durante la audiencia cuando el acusado defina a quién autoriza como su defensor oficial.
Rafael Caro Quintero es requerido por la justicia estadounidense por delitos de narcotráfico y el homicidio del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena, ocurrido en 1985. Su detención en 2022 reavivó tensiones diplomáticas entre México y Estados Unidos.
RPO