Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En el corazón del centro histórico de la ciudad de Morelia, se encuentra una casona neoclásica que fue testigo de la vida del libertador Agustín de Iturbide. Ubicada en el Portal Galeana número 117, esta vivienda histórica ha sido ignorada durante siglos, a pesar de su importancia en la historia de México.
La historia de esta casona neoclásica se remonta a 1622, cuando era propiedad del alcalde Pedro de Andrada. Desde entonces, la vivienda ha tenido una trayectoria compleja, pasando por diversas manos y experimentando transformaciones significativas. En 1708, el capitán Antonio de Berrospe adquirió la propiedad y realizó importantes renovaciones que sentaron las bases para su futura belleza arquitectónica (Ibarrola, 1969, p.239).
Posteriormente, la casona cambió de manos, hasta que la viuda de don Manuel de Amisola, doña Juana de Medrano, la donó al Convento del Carmen. Sin embargo, fue en 1785 cuando la casona adquirió un significado histórico especial, al ser adquirida por don José Joaquín de Iturbide y Arregui, padre del futuro libertador Agustín de Iturbide, por la cantidad de 12 mil pesos (Ibarrola, 1969, p.240). En ese momento, Agustín tenía aproximadamente dos años de edad.
La Casa donde vivió Agustín de Iturbide
Bajo la propiedad de Iturbide, la casona experimentó una transformación radical, con la sustitución de los pilares de madera por elegantes portales de cantera y la construcción de un segundo piso. Estas remodelaciones no solo mejoraron la estructura, sino que también aumentaron su valor. Un documento fechado en octubre de 1797, en el que don José Joaquín se compromete a escriturar una hipoteca (Ibarrola, 1969, p.239), refleja este aumento de valor y pone en manifiesto la importancia que tenía la propiedad para la familia.
Este documento de 1797 no solo confirma la valorización y ubicación de la casona, sino que también situaba a Agustín de Iturbide en un momento crucial de su vida. Con apenas catorce años, el futuro libertador estaba a punto de iniciar su carrera militar. En efecto, en octubre de 1797, Iturbide dio sus primeros pasos en la milicia, gracias a la iniciativa de su padre, José Joaquín de Iturbide y Arregui.
Según el historiador Moisés Guzmán (2021), José Joaquín adquirió para su hijo el título de subteniente de bandera del primer batallón del Regimiento Provincial de Valladolid, organizado por Diego Rul (p.202). Este hecho marcó el comienzo de una trayectoria militar que llevaría al vallisoletano Agustín de Iturbide a jugar un papel fundamental en la lucha por la independencia de México.
El matrimonio entre Agustín y Ana María
La casona fue testigo de uno de los momentos más significativos en la vida de Agustín de Iturbide: su matrimonio con Ana María Huarte. Según varios estudiosos, incluyendo a Sergio Tirado Castro (2010), la capilla de la casona fue el escenario de esta unión (p. 237). Sin embargo, existe un debate si de verdad este hecho sucedió en la casona y sobre la fecha exacta del evento, ya que Tirado Castro menciona el 27 de febrero de 1809, mientras que la partida de matrimonio conservada en el Archivo del Sagrario Metropolitano de Morelia establece que el matrimonio tuvo lugar el 27 de febrero de 1805, cuando Agustín de Iturbide tenía 21 años de edad. Esta última es considerada la fecha oficial del lazo matrimonial.
La unión entre Agustín de Iturbide y Ana María Huarte ha sido objeto de estudio por diversos autores. Para comprender mejor los detalles de este evento, William Spence ofrece una perspectiva interesante en su obra "Iturbide de México".
Según Spence (2012), La unión de Agustín de Iturbide y Ana María Huarte no solo se celebró en una ceremonia íntima, sino que también contó con la presencia de destacadas figuras de la sociedad. El arcedeán de la Catedral de Valladolid fue el encargado de administrar el sacramento del matrimonio, uniendo a la pareja en los lazos del sagrado vínculo. (p.27)
La novia, Ana María Huarte, contaba con 19 años de edad en ese momento, según consta en el certificado de matrimonio. La ceremonia fue apadrinada por el padre de la novia y por Domingo Malo, un pariente de Iturbide y compañero de regimiento. La celebración continuó al día siguiente con una misa nupcial en el oratorio de la casa de la pareja recién casada. Esta misa nupcial es posiblemente la que fue realizada en dicha casona.
Esta discrepancia entre fuentes subraya la complejidad de la historiografía y la importancia de verificar información a través de múltiples fuentes. A pesar de esta diferencia, es claro que la casona jugó un papel significativo en la vida personal de Iturbide. Además, según información del Hotel Boutique Cantera Diez, la noche de bodas se consumó en lo que hoy es la Suite Cantera, lo que agrega un toque romántico a la historia de este edificio.
Un pasado olvidado
La historia de la casona de Iturbide tomó un giro significativo en la segunda mitad del siglo XIX, cuando los descendientes de la familia se despidieron de la propiedad, iniciando una cadena de cambios que transformaría su destino. La casona pasó por varias manos, incluyendo la familia Oseguera, que le impuso una nueva fachada afrancesada que aún podemos admirar hoy en día.
Con el tiempo, la estructura se convirtió en sede de diversas instituciones bancarias, hasta que el señor Máximo Diez Herrero la adquirió y la remodeló, renombrándola Edificio Normandie (Cantera Diez Hotel Boutique, consultado el 19 de septiembre de 2024). Posteriormente, su hija Guadalupe Diez heredó el edificio, que finalmente se convertiría en el icónico Cantera Diez Hotel Boutique.
A pesar de su rica historia, la casona carece de reconocimiento oficial que recuerde su conexión con Agustín de Iturbide. En este sentido, la conmemoración del 203 aniversario de la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México y el 241 aniversario del natalicio de Iturbide nos invita a reflexionar sobre el legado del Dragón de Fierro y la importancia de preservar la memoria histórica.
La ausencia de una simple placa conmemorativa visible al público es un recordatorio de cómo la historia puede esfumarse con el tiempo. La casona y la figura de Iturbide parecen haber sido olvidadas por los mexicanos y especialmente por los morelianos, pero su legado permanece, esperando ser redescubierto y valorado por las generaciones futuras. ¿Qué otras historias guardan sus paredes? Solo el tiempo lo dirá.
Bibliografía
Cantera Diez Hotel Boutique (consultado el 19 de septiembre de 2024). Nuestra Historia. En: Cantera Diez Hotel Boutique | Historia
Guzmán, M. (2021). El momento Iturbide. Una historia militar de la Trigarancia. Morelia, Michoacán: UMNSH: Coordinación de la Investigación Científica; Instituto de Investigaciones Históricas.
Ibarrola, G. (1969). Familias y casas de la vieja Valladolid. Morelia, Michoacán: FIMAX Publicistas
Spence, W. (2012). Iturbide de México. México: Fondo de Cultura Económica.
Tirado, S. (2010). Casas y familias de Morelia. Remembranzas de la cantera. Morelia, Michoacán: Consejo de la Ciudad de Morelia; Secretaría de Cultura; Ediciones Papiro Omega.
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