
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El uso de abonos químicos, plaguicidas o pesticidas, es el gran reto a vencer en Michoacán en materia del agro, pues la entidad se ubica como una de las de mayor valor agropecuario a nivel nacional, incluso es primer lugar en la producción de aguacate, fresa, zarzamora, lenteja, durazno y ciruela, por mencionar algunos.
Es por ello que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) implementa el programa AgroSano, que tiene varias líneas de trabajo; una de ellas es cambiar la forma de cultivar en el estado, al pasar de los agroquímicos a las compostas, abono orgánico y control de plagas sin el uso de pesticidas, y así mejorar la fertilidad del campo michoacano y reducir los contaminantes en el aire y el agua.
El funcionario estatal subrayó que, a diferencia de lo que se hacía en otras administraciones, el programa no tiene que ver con la compra de productos orgánicos para nutrir los suelos o controlar las plagas y llevárselos a los campesinos, sino con la preparación de un equipo de técnicos en la teoría y la práctica.
Agregó que la primera tarea fue cambiarles el chip a los técnicos para cambiar el esquema de trabajo en la agricultura tradicional y enseñarles a producir insumos orgánicos, para después ellos transmitir los conocimientos a los productores de los 113 municipios.
"Fue empezar a ver cómo compostean su rastrojo, cómo reproducir organismos benéficos, cómo hacer lixiviados de lombriz, cómo obtienes extractos vegetales para controlar plagas y enfermedades; cómo puedes mineralizar tu suelo con lo que tienes a la mano", explicó, y refirió que se buscó que los técnicos fueran de los municipios a los que llegaron para facilitar la cercanía con los campesinos.
Dijo, además, que la reducción de los fertilizantes químicos al inicio es de a poco, conforme el campesino vaya aprendiendo; pero según se vaya regenerando la calidad de los suelos es como se va eliminando el uso de químicos. "Para que este programa sea exitoso se deben reducir costos y mejorar la producción", comentó.
Otro beneficio del programa AgroSano, añadió, es que, conforme más sepan los campesinos, tendrán mayor libertad del uso de químicos y de la compra de los mismos, que generalmente son de empresas extranjeras.
También se cuenta con más de 400 escuelas de campo, en las cuales los propios campesinos y técnicos intercambian experiencias y aprenden la elaboración de los insumos.
Otra de las líneas de trabajo del programa es la producción de alimentos en traspatio, los cuales son producidos principalmente por las esposas de los campesinos.
"El año pasado terminamos el programa con 12 mil mujeres produciendo hortalizas, aves de doble propósito y hongos", los cuales les sirven para alimentar a sus familias e incluso apoyarse económicamente con la venta de sus productos de manera individual o, posteriormente, a través de cooperativas.
AgroSano también trabaja en la alimentación de la ganadería sin agroquímicos y sin clembuterol, y para ello se han comenzado a instalar módulos de forraje verde hidropónico, en los cuales, con un espacio reducido, como en el caso de Morelia, en 90 metros cuadrados, se engordaban 120 becerros al año.
Cuauhtémoc Ramírez puso como ejemplo que en la Meseta purépecha el promedio de rendimiento en maíz, por hectárea, es de una tonelada y media; sin embargo, con el asesoramiento y aplicación de AgroSano, hay predios en los que el rendimiento ha alcanzado 5.8 toneladas, con la misma semilla criolla.
En el caso de Churumuco, ubicado en la Tierra Caliente, donde el rendimiento es de tres toneladas, aproximadamente, se alcanzaron hasta ocho toneladas, con la misma semilla, agregó.
El titular de la Sader ejemplificó que en el caso de Coahuayana, primer productor de plátano de Michoacán, con 4 mil 978 hectáreas, los cultivos del fruto enfrentan un problema serio de hongo que se llama Sigatoka, que seca las plantas, por lo que cada semana (52 veces al año) se aplicaba con avioneta un fungicida químico, el cual “bañaba” a los trabajadores que estaban en las huertas, así como a algunas viviendas cercanas a las plataneras, lo que aún causa problemas de salud.
“Revisamos el caso con los técnicos y vimos que el Sigatoka estaba en la hoja y en la raíz, por eso siempre era necesaria la aplicación del químico. Aplicamos siete cepas de microorganismos y se controló desde la primera aplicación”, dijo.
Al respecto, anunció que en próximas semanas se va a inaugurar la biofábrica para producir insumos orgánicos, lo que permitirá abaratar los costos para que les sea más redituable usar productos naturales y de mayor eficacia.
Finalmente dijo que hay otros casos en los que se han podido controlar enfermedades en plantas de zarzamora, fresa, e incluso eliminar las garrapatas de los bovinos.
rmr
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