Londres, Reino Unido (MiMorelia.com).- El certificado de defunción del legendario cantante británico Ozzy Osbourne confirmó que su fallecimiento, ocurrido el pasado 22 de julio a los 76 años de edad, fue consecuencia de un paro cardíaco extrahospitalario, además de otras complicaciones médicas graves.
La información fue revelada por medios internacionales tras obtener los documentos oficiales registrados por su hija, Aimée Osbourne, en una oficina del Reino Unido.
El acta detalla que la causa de muerte no fue única, sino resultado de una combinación de padecimientos que el artista venía enfrentando desde hace varios años.
Entre ellos se menciona un infarto agudo de miocardio, enfermedad arterial coronaria y la enfermedad de Parkinson con disfunción autonómica, una condición que deteriora el sistema nervioso y afecta funciones automáticas del cuerpo como la presión arterial y el ritmo cardiaco.
Ozzy Osbourne, considerado una figura clave en la historia del heavy metal, había hecho público su diagnóstico de Parkinson en 2020 y desde entonces había reducido su actividad en los escenarios. En sus últimos años, el artista también fue sometido a múltiples intervenciones quirúrgicas, entre ellas una de columna que afectó severamente su movilidad. Su estado de salud había sido motivo de preocupación constante entre sus seguidores, quienes ahora lamentan su partida.
La noticia de su muerte generó una ola de reacciones en la comunidad musical internacional.
Bandas, artistas y millones de fans recordaron su legado como líder de Black Sabbath y como solista, etapa en la que consolidó su imagen como uno de los íconos más influyentes y transgresores del rock mundial.
Con su partida, se cierra un capítulo fundamental de la música contemporánea, dejando una huella imborrable en generaciones enteras.
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