
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La batalla de Valladolid, librada en diciembre de 1813 entre el ejército insurgente de José María Morelos y las fuerzas realistas comandadas por Ciriaco de Llano y Agustín de Iturbide, es uno de los episodios más significativos, aunque poco conocidos, de la Guerra de Independencia. Este enfrentamiento, que tuvo lugar en la actual Morelia, marcó un punto de inflexión crucial en el conflicto. A continuación, te presentamos cinco aspectos curiosos que iluminan la complejidad de este trascendental episodio histórico.
1. Tres batallas en lugar de una
La batalla de Valladolid no fue un solo enfrentamiento, sino una serie de tres confrontaciones clave, lo que complica la narrativa tradicional de considerarla como un solo evento. La primera tuvo lugar el 23 de diciembre, cuando Morelos y sus tropas comenzaron a sitiar la ciudad de Valladolid (hoy Morelia). Al día siguiente, el 24 de diciembre, se libró la batalla en la Loma de Santa María, donde las fuerzas de Iturbide sorprendieron al campamento insurgente. Finalmente, el 25 de diciembre, se produjo una escaramuza cuando el ejército insurgente, liderado por Victoria, Nicolás Bravo y Galeana, intentaron cubrir la retirada, pero fueron atacados por los realistas. Aunque estas tres batallas forman parte del mismo enfrentamiento, fueron lo suficientemente distintas como para tener un impacto diverso en la situación de ambos bandos y en el curso futuro del conflicto.
2. La estrategia de engaño de Morelos
Morelos era conocido por su astucia y habilidades tácticas. En la batalla de Valladolid, empleó una estrategia de engaño para atraer a las fuerzas realistas hacia puntos menos importantes y luego sorprenderlas en su verdadero objetivo. Dividió su ejército en tres grupos, asignando a sus comandantes más confiables—como Matamoros, Galeana y Muñiz—en diferentes zonas de la ciudad y sus alrededores. La táctica consistía en hacer creer a los realistas que el enfrentamiento principal tendría lugar en las garitas de Santa Catarina (Carrillo) y Chicácuaro (Monumento), lo que los obligaría a reagruparse y preparar su defensa en esos puntos. Sin embargo, el verdadero ataque de Morelos se dirigiría desde el oriente, con la mayor parte de su fuerza concentrada en esa zona. A pesar de lo prometedor de la estrategia, la impaciencia de algunos de sus comandantes, como Galeana, y la intervención de Iturbide en el flanco oriental, terminaron por frustrar el plan.
3. El error de Galeana
Uno de los factores que contribuyó a la derrota insurgente fue el error táctico cometido por Hermenegildo Galeana. Al no seguir el plan original de Morelos, Galeana adelantó sus fuerzas y lanzó un ataque directo a la ciudad de Valladolid sin coordinarse adecuadamente con el resto del ejército insurgente. Este impulso, probablemente motivado por su deseo de obtener una victoria rápida y destacarse ante sus compañeros, permitió que los realistas se reorganizaran y reforzaran sus posiciones. Además, se especula que Galeana podría haber estado bajo los efectos del alcohol, lo que habría afectado su juicio y precipitado su ataque. Como consecuencia, las fuerzas realistas, comandadas por Iturbide, lograron flanquear a los insurgentes y causaron graves bajas. Este desajuste en la estrategia dejó a las tropas de Morelos vulnerables, perdiendo la ventaja que inicialmente tenían en el enfrentamiento.
4. La sorpresa de Iturbide
Una de las maniobras más destacadas de la batalla fue la actuación de Agustín de Iturbide durante el combate en la Loma de Santa María, el 24 de diciembre. Al recibir la orden de evaluar la situación en la Garita de Santa Catarina (Carrillo), Iturbide decidió adelantarse y planear un ataque sorpresa. A pesar de que el campamento de Morelos estaba custodiado por alrededor de mil soldados insurgentes, Iturbide se acercó con tan solo una docena de hombres a caballo, aprovechando la confusión a su favor. Al hacer ruido con los cascos de los caballos y disparar al aire, logró sembrar el caos entre los insurgentes, que descansaban desprevenidos. Aunque no hubo bajas entre los realistas, algunos disparos destinados a los soldados de Iturbide terminaron alcanzando a los propios insurgentes. Morelos, quien hasta ese momento era considerado un líder militar invencible, estuvo muy cerca de ser capturado.
5. El saldo de la batalla
La batalla de Valladolid, ocurrida entre los días 23, 24 y 25 de diciembre, resultó extremadamente costosa en términos de vidas humanas. Se estima que entre 2,000 y 2,500 personas perdieron la vida en estos combates. La mayoría de las bajas ocurrieron el 24 de diciembre, durante la batalla en la Loma de Santa María, cuando las fuerzas de Iturbide infligieron graves daños a los insurgentes. Esta derrota no solo fue devastadora desde el punto de vista militar, sino que también marcó el inicio de la caída de Morelos como líder de la insurgencia. Para Iturbide, la victoria representó un impulso crucial en su carrera, ya que le permitió consolidarse como un líder militar capaz de derrotar a los insurgentes, lo que más tarde jugaría un papel clave en la consumación de la independencia y su posterior ascenso al poder.
Este episodio, aunque a menudo eclipsado por otros momentos clave de la independencia, fue crucial para cambiar el curso del conflicto y sentar las bases de los futuros desarrollos en la lucha por la independencia de México.
Referencias
Espinosa Aguirre, J. (6 de septiembre de 2024). "Valladolid, la batalla que decidiría la suerte del país. Morelos frente a Iturbide en la Nochebuena de 1813". Museo de Sitio y Archivo Histórico Casa de Morelos: Décimo segundo seminario del Obispado de Michoacán, 2024. Morelia, Michoacán.
Espinosa Aguirre, J. (13 de diciembre de 2024). "Valladolid-Morelia: Escenario de episodios excepcionales de la historia de México". Gerencia del Centro Histórico de Morelia: 33° Aniversario de la Declaratoria del Centro Histórico de Morelia como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Morelia, Michoacán.
AVS