

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La Administración Espacial Nacional China (CNSA, por sus siglas en inglés) confirmó que su sonda Tianwen-1, en órbita de Marte desde 2021, logró captar imágenes del objeto interestelar 3I/ATLAS, un cometa proveniente de fuera del sistema solar que representa una oportunidad única para estudiar los orígenes del universo.
La observación fue realizada el pasado 3 de octubre de 2025, cuando la sonda se encontraba a aproximadamente 28.96 millones de kilómetros del cometa, utilizando su cámara de alta resolución. Esta distancia convierte a Tianwen-1 en una de las sondas más cercanas en observar el cometa hasta el momento. Las imágenes fueron recibidas y procesadas mediante sistemas terrestres especializados, y muestran con claridad el núcleo y la coma del cometa, que se extiende a lo largo de varios miles de kilómetros.
Según la CNSA, los investigadores también generaron una animación basada en una serie de imágenes de 30 segundos, que permite visualizar la trayectoria y dinámica de 3I/ATLAS. Esta operación fue parte de una misión de extensión técnica para Tianwen-1, cuyo objetivo original era la exploración de Marte.
3I/ATLAS fue descubierto el 1 de julio de 2025 desde un telescopio de rastreo en Chile perteneciente a la red ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System). Es el tercer objeto interestelar confirmado que ha sido detectado cruzando el sistema solar, después del ya famoso Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019.
Este tipo de cuerpos se consideran visitantes cósmicos porque no se originaron en nuestro sistema solar. Su órbita hiperbólica es prueba de ello: se desplazan a una velocidad y trayectoria que indican que fueron formados en otras regiones de la galaxia y que no están gravitacionalmente ligados al Sol.
En el caso de 3I/ATLAS, los astrónomos estiman que podría haberse formado cerca del núcleo de la Vía Láctea, y que tiene una edad de entre 3 mil y 11 mil millones de años, es decir, posiblemente más antiguo que el propio sistema solar. Esto lo convierte en una valiosa fuente de información sobre la evolución de otras estrellas, exoplanetas y sistemas estelares primitivos.
La observación de un cometa interestelar desde una sonda en órbita representa un enorme desafío técnico. La misión exigió niveles muy altos de precisión en el control de actitud (orientación espacial) y en las estrategias de captura de imagen, ya que el cometa tiene un brillo extremadamente bajo —entre 10 mil y 100 mil veces más tenue que los objetivos habituales en la superficie de Marte— y viaja a una velocidad de más de 58 kilómetros por segundo. A esto se sumó la velocidad propia del orbitador Tianwen-1, que se desplaza a unos 86 kilómetros por segundo.
Pese a que esta cámara fue diseñada originalmente para fotografiar el terreno de Marte, logró capturar exitosamente a 3I/ATLAS, lo que demuestra la versatilidad y calidad tecnológica del sistema espacial chino.
Aunque el cometa 3I/ATLAS no representa ningún riesgo para la Tierra, su paso por el sistema solar es considerado un evento científico excepcional. Su máxima aproximación a nuestro planeta fue de unos 270 millones de kilómetros, lo cual garantiza una distancia segura. Sin embargo, su estudio sí representa una ventana sin precedentes para comprender materiales que nunca antes habían estado al alcance de la observación humana.
La experiencia ganada con esta misión también será de gran valor para futuras operaciones como la misión Tianwen-2, destinada a estudiar asteroides.
La sonda Tianwen-1 fue lanzada por China en julio de 2020 y entró en órbita marciana en febrero de 2021. Lleva más de cuatro años y medio operando de forma estable en Marte y es la primera misión china que combina orbitador, módulo de aterrizaje y rover en una sola operación.
BCT