

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Cada año, el 8 de diciembre marca el inicio simbólico de la temporada navideña en muchos hogares de Latinoamérica. ¿El motivo? Esta fecha coincide con la celebración religiosa del Día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, una festividad profundamente arraigada en la tradición católica.
El armado del árbol de Navidad se ha convertido en una actividad familiar y cultural, que reúne a chicos y grandes en torno a luces, guirnaldas y esferas. Aunque hoy es una costumbre popular en muchos países, sus orígenes combinan elementos religiosos y paganos.
El Día de la Inmaculada Concepción celebra que María fue concebida sin pecado original, según el dogma proclamado por el Papa Pío IX en 1854. En muchos países, esta festividad marca el inicio del Adviento —un período litúrgico de preparación para la Navidad— y se elige como el día oficial para montar el arbolito.
El árbol de Navidad tiene raíces mucho más antiguas. En el norte de Europa, los pueblos celtas decoraban árboles para celebrar el solsticio de invierno, símbolo de renacimiento y fertilidad. En la mitología nórdica, se le conocía como Yggdrasil, el árbol del universo.
Fue San Bonifacio, en el siglo VIII, quien transformó esta tradición pagana al talar un roble en Hesse, Alemania, y plantar un abeto, símbolo de la fe cristiana. Lo decoró con manzanas (pecado original) y velas (la luz de Cristo). Con el tiempo, esas manzanas se convirtieron en esferas, y las velas en luces navideñas.
En México, aunque no hay una fecha oficial para colocar el árbol, muchas familias lo hacen el 8 de diciembre o bien al inicio de las Posadas, el 16 de diciembre. Sin embargo, también es común ver decoraciones desde finales de noviembre, influenciadas por las campañas comerciales.
La decoración suele permanecer hasta el Día de Reyes (6 de enero) o incluso hasta la Candelaria (2 de febrero), dependiendo de las costumbres locales.
Hoy en día, armar el árbol no sólo simboliza el inicio de la Navidad, sino que representa un momento de encuentro familiar, gratitud y creatividad, ya que muchas personas apuestan por árboles alternativos o decoraciones hechas en casa.
BCT