Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En los últimos años, el consumo de proteínas en polvo ha dejado de ser exclusivo de atletas para convertirse en una moda entre la población general. Sin embargo, especialistas advierten que no todas las personas deberían consumir estos suplementos, ya que no todas las proteínas son iguales ni necesarias en todos los casos.
Los batidos de proteínas suelen venderse como la clave para ganar músculo, recuperarse después de entrenar o mejorar el rendimiento físico. No obstante, su consumo sin supervisión médica puede ser contraproducente.
"Estos productos deben utilizarse con una razón clínica o nutricional, no por tendencia"afirman especialistas en nutrición deportiva
De leche (suero y caseína)
Suero de leche (Whey): Ideal para recuperación postentrenamiento. Viene en tres formas:
Concentrado: Más económico pero con más lactosa.
Aislado: Bajo en grasa y lactosa, ideal para intolerantes.
Hidrolizado: De rápida absorción y más caro.
Caseína: Se absorbe lentamente y es útil antes de dormir.
De huevo
Libre de lactosa y grasa, es una proteína completa ideal para quienes no consumen lácteos.
De carne de res
Aporta aminoácidos esenciales y BCAA, útiles para recuperación muscular.
Proteínas vegetales
Provenientes de soya, chícharo, arroz, etc. Buenas para dietas veganas. Suelen tener más fibra, pero a veces requieren combinación para lograr un perfil proteico completo.
De insectos
Prometedora pero aún en fase experimental. Rica en proteínas, grasas buenas y minerales.3
Deportistas con alta exigencia física.
Adultos mayores con problemas de masticación.
Personas con falta de apetito o bajo peso.
Pacientes en recuperación postquirúrgica o con quemaduras.
Individuos sanos que no logran cubrir sus requerimientos con alimentos.
Aun en estos casos, la recomendación es clara: consultar con un profesional de la salud antes de iniciar el consumo.
Posible contaminación por falta de regulación.
Altos costos sin necesidad real.
Problemas digestivos (náuseas, flatulencias, diarrea).
Muchos productos no son proteína pura, sino ultraprocesados con aditivos.
Etiquetas engañosas o productos adulterados con estimulantes no declarados.
La recomendación clave es verificar en sitios oficiales como Cofepris si el suplemento está registrado, así como leer los ingredientes y evitar aquellos con listas extensas y componentes dudosos.
RPO