Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Aunque su zumbido pueda parecer una simple molestia, los mosquitos representan un riesgo letal para millones de personas en el mundo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos insectos son considerados el animal más mortífero para el ser humano, debido a su papel como vectores de enfermedades como el dengue, zika, chikungunya y malaria.
Según datos del organismo internacional, cada año más de 700 mil personas mueren a causa de enfermedades provocadas por virus, parásitos y bacterias transmitidos por estos vectores. La mayoría de los casos se concentran en zonas tropicales y subtropicales, lo que coloca a regiones como la sierra de Michoacán en una posición vulnerable.
Además del riesgo sanitario, un aspecto que genera curiosidad (y a veces frustración) entre la población es: ¿por qué algunos son más propensos a las picaduras? Los mosquitos prefieren a las personas con sangre tipo O sobre las de tipo A. Aunque sus afirmaciones no están avaladas científicamente, han resonado en redes sociales por coincidir con experiencias comunes.
Los colores oscuros como el rojo y el negro resultan más atractivos para estos insectos, y que el olor a cerveza o alcohol en la piel podría aumentar las probabilidades de ser picado. A esto se suman factores como la sudoración y el calor corporal, que actúan como indicadores de “presa”.
No obstante, más allá de los mitos populares, la realidad es que el cambio climático, las lluvias intensas, el almacenamiento inadecuado de agua y la urbanización desordenada favorecen la proliferación de zancudos, sobre todo en ciudades. Los grupos más vulnerables son los niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y personas inmunocomprometidas.
Evitar acumulación de agua en macetas, llantas, cubetas o recipientes.
Utilizar repelentes certificados por autoridades sanitarias.
Colocar mosquiteros en ventanas y puertas.
Usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo, especialmente en zonas rurales.
El cambio de comportamientos cotidianos es una pieza clave en la reducción de enfermedades transmitidas por mosquitos. La prevención no solo protege a individuos, sino que también reduce la presión sobre los servicios de salud pública.
RPO