Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Amanecer con niveles elevados de glucosa en sangre no solo es una señal de alerta para quienes viven con diabetes, sino también un indicador de que el cuerpo podría estar enfrentando desequilibrios que requieren atención.
Según especialistas, las causas más comunes incluyen el llamado fenómeno del amanecer —un aumento natural de glucosa que ocurre entre las 4 y las 8 de la mañana como preparación para el día—, así como la resistencia a la insulina, el estrés físico o emocional y hábitos nocturnos poco saludables.
Hidratación inteligente
Beber medio litro de agua con el jugo de un limón al despertar ayuda a diluir la glucosa y estimula la función renal. Investigaciones del Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism indican que la deshidratación leve puede elevar el azúcar sanguíneo hasta 20 mg/dl. Se recomienda evitar café o té negro en las primeras horas y optar por infusiones de canela o agua de chía.
Ejercicio suave de resistencia
Movilizar los músculos al despertar —como hacer tres series de 15 sentadillas o caminar 10 minutos— puede reducir la glucosa hasta 30 mg/dl, según la American Diabetes Association. Este efecto puede mantenerse hasta 48 horas.
Desayuno bajo en carbohidratos y alto en proteínas
Elegir huevos con aguacate o un licuado de proteína vegetal con espinacas, acompañado de vinagre de manzana diluido, ayuda a controlar el azúcar matutino. Estudios de la Universidad de Missouri y Diabetes Care respaldan la eficacia de esta estrategia.
Revisión de hábitos nocturnos y medicación
El 80% de los picos de glucosa en ayunas se asocian a cenas ricas en carbohidratos después de las 8 p.m., dosis insuficiente de medicación o sueño interrumpido. La Sociedad Europea de Endocrinología aconseja cenar al menos tres horas antes de dormir y considerar un refrigerio proteico si el ayuno es prolongado.
Manejo del estrés al despertar
Técnicas como la respiración diafragmática o la meditación matutina reducen el impacto del cortisol —hormona que eleva la glucosa— hasta en un 15%, de acuerdo con la revista Psychoneuroendocrinology.
Estas medidas, combinadas con seguimiento médico, pueden marcar la diferencia entre un inicio de día con salud estable o con riesgos silenciosos para el organismo.
RPO