Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Cuando se trata de fortalecer el sistema inmunológico, los hábitos saludables como una buena alimentación, descanso y ejercicio son esenciales. Sin embargo, hay un aliado natural que está cobrando protagonismo entre expertos en salud: el té de jengibre.
Utilizado por siglos en la medicina ayurvédica y la medicina tradicional china, el jengibre ha pasado de ser un condimento exótico a convertirse en un potente protector del sistema inmunológico. Investigaciones recientes del Journal of Ethnopharmacology y la Universidad de Maryland han confirmado lo que muchos ya intuían: esta raíz contiene compuestos activos con propiedades terapéuticas sorprendentes.
Una defensa natural al alcance de todos
El jengibre contiene gingerol, un antioxidante natural que estimula la producción de linfocitos y macrófagos, células clave en la defensa contra virus y bacterias. Consumido regularmente, en forma de té, puede reducir hasta en un 30% la incidencia de infecciones respiratorias. Durante los meses fríos, especialistas recomiendan beber una taza diaria, preferentemente acompañada de limón y miel.
Más que solo defensas
Los beneficios del té de jengibre van más allá del sistema inmune. Diversos estudios destacan sus propiedades digestivas, antiinflamatorias y metabólicas. Esta infusión favorece el vaciamiento gástrico, reduce síntomas de colon irritable y alivia náuseas, incluso durante el embarazo o viajes.
Además, pacientes con artritis han reportado una disminución de hasta el 40% en los dolores articulares tras consumirlo diariamente. Deportistas también lo incluyen en su rutina por su capacidad para acelerar la recuperación muscular.
Beneficio adicional: corazón y metabolismo
Tomar esta infusión en ayunas puede ayudar a activar el metabolismo, quemar calorías adicionales y mejorar la sensibilidad a la insulina, ideal para quienes buscan mantener un peso saludable. Por si fuera poco, el jengibre ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL (el llamado “colesterol malo”) y mejora la circulación sanguínea.
RPO