Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Ante el fuego, los escombros y los incidentes, los Cuerpos de Bomberos mantienen su compromiso con la ciudadanía, su labor de proteger y salvaguardar vidas es fundamental en la sociedad; son los héroes sin capa que exponen su integridad entre llamas y desastres de todo tipo como son naturales, químicos y biológicos.
El 22 de agosto es el Día del Bombero, fecha que recuerda al primer Cuerpo de Bomberos de la República Mexicana que se fundó en el puerto de Veracruz en 1873, pero antes de 1956 esta fecha se conmemoraba el 01 de julio.
Este oficio es esencial en el mundo; el compromiso de aquellos que arriesgan su vida es mayor cuando se impulsa la prevención, el combate y extinción de incendios, además del servicio de emergencias médicas pre hospitalarias, de rescate, y de educación a la ciudadanía para la autoprotección y atención de cualquier tipo de desastres.
Durante un incendio, temblor o cualquier emergencia se cuidan entre sí, son familia, nadie abandona al otro y respetan jerarquías; son héroes sin capa que con entrega y pasión dan su vida por la de alguien más. Todos tienen su historia, unos de alegría, otros de reflexión, y otros más de tristeza, pero todos unidos por la vocación de ayudar.
La capacitación y profesionalización es esencial para poder contar con las habilidades y herramientras de atención. El cuidado, es sustancial para seguir y no perder la vida en algún llamado de emergencia.
Un incendio casi le quita la vida
Con 32 años de servicio, el comandante Juan Manuel Guerrero estuvo a punto de perder la vida en el primer incendio que le tocó atender; el Mercado de Santo Niño se quemaba.
El comandante ha participado en varias emergencias, entre los que destacó los incendios que se han registrado en los últimos años, y de gran magnitud, en empresas de Ciudad Industrial; siempre, dice, forman parte del apoyo de las autoridades Estatales y Municipales ante la situación que se registre.
Sin embargo, su primera experiencia lo dejó marcado de por vida. Y es que relata que en 1993 le tocó participar en la atención del incendio en el sótano del Mercado de Santo Niño, donde estuvo a punto de quedarse sin aire y lo hizo pensar sobre su vocación.
"Me dejó muchas dudas sobre mi vocación por una pérdida de mi línea de vida y decía, - ¿qué estoy haciendo aquí? -, estuve a punto de quedarme sin aire", relata al precisar que sus compañeros y el personal que atendió el siniestro lo ayudaron a salir y a reflexionar sobre su vocación, hoy es el comandante en Bomberos Voluntarios y Asesoría Profesional de Emergencias (BVAPE).
Siempre hay que estar preparados
Desde los 15 años, Érika ha formado parte de emergencias; primero como paramédica y hoy como bombera, el regresar de cierta manera todo lo que le ha dado la sociedad es como considera su labor en este oficio que forma parte de su vida diaria.
Ella fue una de las participantes de la primera Carrera Vertical de Bomberos que se llevó a cabo el pasado domingo en el Edificio Victoria; quince pisos, 840 escalones fueron un reto para ella, pero también una manera de seguir preparándose para afrontar los incidentes que se lleguen a presentar.
La hermandad entre las diversas corporaciones de emergencias, dice, es sustancial para el apoyo y las fuerzas que se requieren para seguir en la carrera, más cuando la labor como bombera es dar todo para poner a salvo a las personas.
"Ser bombera es todo; es regresar a la sociedad en cierta manera lo que te ha dado y de las mayores satisfacciones del poder apoyar a otras personas, más que cualquier otra cosa", indica.
Encomendarse a Dios y cuidarse, la consigna de los familiares
Imelda Alcaraz quedó en segundo lugar en la primera Carrera Vertical de Bomberos en la rama femenil; con 20 años de servicio, uno de ellos de descanso para concluir sus estudios en Sistemas Computacionales, le ha tocado atender choques, incendios, animales rescatados, personas enfermas y lesionadas.
Con una pequeña de 9 años, hoy se encuentra profesionalizándose en la carrera de Ingeniería de Prevención contra Incendios para subir de nivel.
Inició como aspirante a los 18 años en el Departamento de Bomberos de Morelia, posteriormente fue voluntaria y luego de contrato, hoy es de paga y asegura que tener un entrenamiento constante, tanto físico como teórico, es fundamental para seguir en servicio.
Su familia siempre le pide encomendarse a Dios y cuidarse ante los riesgos que se expone como bombera, pero principalmente por ser mujer y ver por su vida.
En ese sentido, llama a los hombres y algunas mujeres que den el apoyo necesario, más porque las féminas también pueden con este oficio que salvaguarda la vida de la sociedad. "Hay muchas que demostramos y podemos con esto".
Como ellos, son cientos los bomberos que ponen en riesgo su vida ante cualquier emergencia que se registre; son los héroes sin capa que este 22 de agosto conmemoran el Día del Bombero, y que piden a la población prevenirse y siempre dar la mano a quienes anteponen su vida para salvarlos.
RYE