Ciudad de México (MiMorelia.com/Redacción).- Casi mil 500 personas resultaron lesionadas por el meteoro que cayó sobre la ciudad rusa de Chelyabinsk el 15 de febrero de 2013. Esa misma fecha, el asteroide 367943 Duende, pasó a 27 mil 700 kilómetros de la Tierra.
Pero ese bólido que impactó en Rusia, de aproximadamente 19 metros de diámetro, explotó a unos 20 kilómetros de altura y liberó una energía de 500 kilotones, alrededor de 30 veces más potente a la bomba atómica de Hiroshima.
Su onda expansiva provocó daño en edificios, concretamente en ventanas y cristales, así como mil 491 heridos leves. Unos 5 mil kilogramos de fragmentos de meteoritos alcanzaron el suelo, incluido el de 650 kilogramos que se recuperó en el lago Chebarkul.
Más de un millón de asteroides tienen el potencial de impactar a nuestro planeta y a través de todos los telescopios disponibles en todo el mundo apenas se han descubierto si acaso el uno por ciento, según refiere La Declaración 100X.
Tal posicionamiento forma parte de los impulsores del Día Internacional del Asteroide, que se conmemora cada 30 de junio en recuerdo al que cayó en Tunguska, Siberia esa fecha, pero del año 1908.
Y tiene la intención de aumentar la tasa de descubrimiento de asteroides a 100 mil (o 100x) por año dentro de la próxima década. "El Día del Asteroide sería el vehículo para obtener apoyo público para aumentar nuestro conocimiento de cuándo los asteroides podrían impactar y cómo podemos protegernos".
Si bien cientos de esos cuerpos celestes cruzan la trayectoria de la Tierra, algunos sobreviven a su choque con la atmósfera y caen generalmente en el mar, pues éste cubre más de dos terceras partes del planeta o en zonas remotas, como el 2014 AA, el cual lo hizo sobre el Océano Atlántico, sin daños de consideración.
No obstante, muchos de ellos son descubiertos prácticamente horas antes de su paso por el planeta, como el que cruzó a unos 80 mil kilómetros el pasado 28 de agosto, de entre 25 y 55 metros de diámetro.
Más tarde, el 7 de septiembre, el asteroide 2016 RB1 pasó a las 17:20 horas GMT (Tiempo Meridiano de Greenwich) a una distancia de 40 mil kilómetros de la Tierra, un 10 por ciento de la distancia a la Luna, dos días después de ser detectado. Tenía entre siete y 16 metros de diámetro.
Puede decirse que son muy comunes. En los últimos días, varios de estos bólidos han caído en distintas partes del mundo o "rozado" la Tierra. En sus redes sociales, el Día del Asteroide de México -cuyo coordinador es el científico Andrés Eloy Martínez Rojas, creador de la Ley de Protección Civil donde se incluye el posible impacto de uno de estos meteoros- refiere sobre éstos.
Por ejemplo, el 2 de marzo anterior el Asteroide 2017EA, de tres metros de diámetro, pasó a 19 mil kilómetros. El 10 del mismo mes, uno de estos cuerpos brillantes fue avistado mientras caía en Suiza. Cinco días después, otro iluminó la noche sobre Pakistán y a las horas siguientes, en Noruega.
Sobre Suecia cayó otro el 20 de marzo último. El 2 de abril, en Ontario, Canadá, de nuestro continente, mientras el Asteroide 2017GM, de seis metros de diámetro, pasó de largo sobre la Tierra a 15 mil kilómetros de distancia.
Y se aproximará el 2014 JO25, de unos 650 metros de diámetro, que pasará a una distancia de 1.8 millones de kilómetros del planeta, el próximo 19 de abril. El más grande en los últimos años.
Los asteroides más dañinos
La mañana del 30 de junio de 1908, un asteroide explotó sobre Tunguska, Siberia. Tenía entre 60 y 190 metros de ancho. Entró a la atmósfera terrestre a una velocidad aproximada a 53 mil 900 kilómetros por hora y explotó a una altitud cercana a los 8 mil 500 metros. Liberó energía equivalente a unas 185 bombas de Hiroshima.
Derribó y quemó más de 60 millones de árboles en 2 mil 137 metros cuadrados, según los reportes. De haber caído en una zona habitada, el costo en vidas humanas habría sido muy alto.
En tanto, el asteroide que hace 66 millones de años causó la desaparición de los dinosaurios, medía alrededor de 10 kilómetros de ancho. Provocó el cráter de Chicxulub, en lo que hoy es el estado mexicano de Yucatán e igual causó la pérdida de tres cuartas partes de la vida vegetal y animal en territorio terrestre.
Aproximadamente la mitad se encuentra sumergida en el Golfo de México, la otra enterrada bajo un kilómetro de roca, arena y agua, lo cual dificulta su exploración.
Hay remotas posibilidades de impactos similares o menores en el mundo.
La referida declaración indica pequeños impactos se producen con regularidad y la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) "muestra que los esfuerzos mundiales hasta la fecha han encontrado que alrededor del 95 por ciento de los asteroides que podrían acabar con la vida en la Tierra tal como la conocemos, podrían impactar".
Los científicos predicen que la Tierra experimentará otro impacto a gran escala algún día en el futuro, simplemente no saben exactamente cuándo. "Nuestro objetivo es aumentar la conciencia pública sobre la ciencia de los asteroides y planes para la defensa planetaria", concluye La Declaración 100X, que sus impulsores invitan a firmar.