Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, abogó por una reforma urgente en materia de prisión preventiva automática para evitar la liberación de delincuentes capturados en flagrancia, situación que, a su juicio, es uno de los grandes problemas dentro del Poder Judicial y que dificulta el combate a la inseguridad.
Según el mandatario, la prisión preventiva automática se aplicaría durante las investigaciones mientras se recaban los elementos del delito, sin esperar a que un juez dicte la prisión preventiva.
"Es uno de los grandes problemas que tenemos en el país y en Michoacán: detenemos a dos o tres personas con diez cuernos de chivo y armas largas, y los jueces federales las liberan en 24 horas. La prisión preventiva automática tiene que implementarse en México como una reforma urgente, dada la situación que vivimos", dijo.
Lo anterior luego de que el mandatario fuera cuestionado por la posición del arzobispo de Morelia, monseñor Carlos Garfias Merlos, sobre la sugerencia de entablar diálogo con grupos criminales aplicando la experiencia de la Iglesia católica en Colombia.
En ese sentido, Ramírez Bedolla negó rotundamente considerar los dichos de monseñor, toda vez que insistió en la estrategia de seguridad que actualmente se mantiene en Michoacán en coordinación con la Sedena, la Marina y la Guardia Nacional.
"Eso no sirve de nada. La Iglesia les puede dar un perdón religioso, pero la sociedad no. Hay leyes, hay códigos, hay normas y deben cumplirse. Y la estrategia, lo repito, que tenemos es la estrategia federal, es la que nos cobija (...) La Iglesia hace su labor social y está bien, qué bueno que la haga, pero no hay posibilidad de sentarse con ningún grupo delincuencial, de acordar absolutamente nada en este sentido".
Por último recordó que el arzobispo concluirá con su "misión evangelizadora" en Morelia, y a la llegada de un nuevo encargado de la fe católica podrá haber una nueva relación con la Iglesia católica en Michoacán.
RYE