Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- El especialista en seguridad humana y construcción de paz, Julio César Franco, advirtió que el nuevo Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum, repite los mismos errores de las estrategias federales aplicadas en los últimos 19 años, además de ignorar a la sociedad civil y a las víctimas de la violencia.
En entrevista para el programa radiofónico En Contexto, abriendo la conversación en Michoacán, que se transmite por Radio Fórmula Morelia, el investigador señaló que, pese a los cuantiosos recursos invertidos desde 2006, la violencia en la entidad se ha complejizado, sin que los planes anteriores hayan generado resultados positivos.
Franco recordó que, desde la Operación Conjunta Michoacán de Felipe Calderón en 2006, pasando por los planes de Enrique Peña Nieto en 2014 y Andrés Manuel López Obrador en 2021, se han ensayado políticas que no han logrado reducir la presencia del crimen organizado. “Hoy tenemos entre 10 y 12 grupos criminales operando en el estado, cuando al inicio solo había uno dominante. Eso muestra que las estrategias no han funcionado”, afirmó.
El analista sostuvo que la nueva propuesta federal retoma los mismos ejes del “plan de los primeros 100 días de seguridad” presentado en 2024 por el gobierno federal: combate a las causas, fortalecimiento de la Guardia Nacional y acciones contra la extorsión. Sin embargo, subrayó que ninguno de los 11 líderes criminales identificados entonces ha sido detenido. “El gobierno sabe dónde están y tiene las capacidades para desmantelar esos grupos, pero no lo ha hecho”, denunció.
Uno de los mayores vacíos del plan, dijo, es que no contempla políticas integrales para atender problemas estructurales como las adicciones, el abandono juvenil o el reclutamiento forzado. “No basta con hablar de causas si no se abordan de manera científica y con una visión de salud pública. Mientras no haya un enfoque humano en los indicadores, seguiremos fracasando”, puntualizó.
Franco también criticó la falta de atención al modelo de policía de proximidad y justicia cívica, indispensable —dijo— para depurar, profesionalizar y recuperar la confianza en las corporaciones locales. “Las policías municipales son el eslabón más débil del Estado mexicano; muchas están infiltradas por el crimen. Sin fortalecerlas no hay posibilidad de prevenir delitos ni reconstruir la paz”, advirtió.
El especialista insistió en que el plan ignora a las víctimas y a las organizaciones de la sociedad civil que durante años han trabajado en la búsqueda de desaparecidos y en la denuncia de la violencia. “No fueron convocadas a este proceso. Se desperdicia una experiencia valiosísima que podría ayudar a construir un modelo real de paz”, lamentó.
El investigador planteó la necesidad de crear un espacio ciudadano de fiscalización y evaluación permanente del plan, integrado por organizaciones sociales, académicos y especialistas. Este consejo, dijo, debería vigilar no solo el uso de los recursos, sino también los resultados y la adecuación de las estrategias ante las cambiantes condiciones de Michoacán.
“La paz no es vivir tranquilos, es generar las capacidades sociales para resolver los conflictos sin violencia”, concluyó Julio César Franco. Mientras el Estado mexicano no desarrolle esas habilidades desde lo local —advirtió—, los planes seguirán siendo ejercicios burocráticos que no transforman la realidad de Michoacán.
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