Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Parte de la gastronomía mexicana, la jamaica se ha convertido en un ingrediente predilecto por su color y sabor intenso de la flor; la nota de su presencia se advierte cada vez más en la elaboración de salsas, marinadas, jaleas y postres, y desde luego, en la tradicional agua que en todos los hogares y negocios mexicanos sobresale.
Michoacán es uno de los estados donde se cultiva la flor de jamaica. Son cuatro las semillas que se siembran en la cuenca baja del río del Balsas: la criolla, morada, reyna y crestuda; llegó en 1943 a Churumuco, pero es el corredor desde La Huacana donde se impulsa la jamaica orgánica.
Mediante un proceso manual, desde el barbecho hasta el empaque, pasando por la escarda, la cosecha y la limpieza de la flor, y tras un año y medio de trabajo, la jamaica de La Huacana fue reconocida por la Organización para una Red Internacional de Indicaciones Geográficas (oriGIn), por lo que forma parte de las siete indicaciones geográficas que hay en la entidad.
En representación de la Unión Regional de Cooperativas Arroyo San Pedro Jorullo, Daniel Lozano Cruz refirió que el reconocimiento como indicación geográfica es sustancial para empezar no solo la comercialización global, sino buscar más productos que permitan el crecimiento de la flor y todos los que integran la cooperativa.
"La intención de nosotros es ampliar nuestros productos; hay que hacer mermeladas, extractos de jamaica, sal de jamaica, vino de jamaica, hay muchas cosas y con esto será un escalón por escalar y así también nos lleguen apoyos", dijo.
Dar la seguridad a los clientes de que se trata de un producto orgánico y certificado, indicó, se fortalecerá con el reconocimiento obtenido y que el miércoles de la semana pasada recibieron de manos del gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla.
La jamaica es producida en 80 parcelas familiares de aproximadamente una hectárea, y todo el proceso es manual; una vez seleccionada la flor, se extiende en camas para secarse al sol en condiciones naturales antes de ser empacada. Al menos 10 comunidades están involucradas y comprometidas con la protección de los ecosistemas, porque el proceso está certificado y la jamaica es considerada orgánica.
Sin embargo, reconoció que la falta de lluvias llega a poner en jaque el cultivo, por lo que, con este reconocimiento, continuarán con la búsqueda de pozos de agua para que se pueda dar el cultivo, toda vez que la siembra inicia entre junio y julio; inclusive hay quienes optan por el 20 de agosto, pero quienes lo hacen en meses anteriores corren el riesgo de que no se dé por la falta de agua.
La temporada mala, señaló, llega a ser de 15 a 20 toneladas, mientras que la buena es hasta 35 toneladas.
En diversos estados de la República Mexicana, además de Estados Unidos y Canadá, es donde se llega a comercializar la jamaica de La Huacana, pero el sueño de la cooperativa es llegar a todo el mundo.
rmr