Morelia, Michoacán.- El Régimen Simplificado de Confianza, mejor conocido como RESICO, ha sido una de las mayores apuestas del SAT para facilitar el cumplimiento fiscal a miles de contribuyentes. Diseñado especialmente para personas físicas con ingresos bajos o medianos, este régimen ofrece tasas impositivas bajas, declaraciones simplificadas y mayor eficiencia administrativa.
De hecho, los expertos de TaxDown nos explican qué RESICO y cómo funciona, destacando que este régimen ha logrado reducir la carga fiscal para quienes antes tenían que enfrentar procesos mucho más complejos.
El RESICO es un régimen fiscal que busca simplificar la forma en que las personas físicas —y en algunos casos personas morales— calculan y pagan sus impuestos. Su objetivo es incentivar la formalidad y facilitar la vida fiscal de contribuyentes con ingresos moderados.
Para las personas físicas, este régimen aplica principalmente a quienes tienen actividades económicas como comercio, servicios o producción, y quieren cumplir con sus obligaciones de forma sencilla, rápida y con una carga fiscal mínima.
Para poder tributar en RESICO, debes cumplir con ciertas condiciones básicas:
Ser persona física con actividad empresarial o profesional.
Tener ingresos anuales que no superen los $3.5 millones de pesos.
No recibir ingresos por sueldos o asimilados al mismo tiempo (en ese caso, se excluye del régimen).
Tener firma electrónica (e.firma) activa y mantener los datos actualizados ante el SAT.
Se aceptan actividades económicas como servicios profesionales, ventas al menudeo, producción artesanal, prestación de servicios técnicos, entre otros.
Este régimen ha llamado la atención por sus beneficios claros y directos, especialmente en términos de impuestos y trámites:
Tasas de ISR muy reducidas, que van del 1% al 2.5%, dependiendo del nivel de ingresos.
Cálculo automático del impuesto con base en los ingresos facturados y pagados.
Declaraciones mensuales simplificadas, sin necesidad de llevar una contabilidad compleja.
Devoluciones de impuestos más rápidas, siempre que la información esté completa y correcta.
Además, el SAT ya conoce tus ingresos gracias a las facturas que emites, por lo que el sistema puede ayudarte a determinar cuánto debes pagar sin tantas complicaciones.
Aunque es un régimen más simple, RESICO no te exime de cumplir ciertas obligaciones básicas:
Emitir facturas electrónicas por cada ingreso recibido.
Presentar declaraciones mensuales y anuales, aunque sean mucho más sencillas.
Mantener actualizados tus datos fiscales ante el SAT, incluyendo actividad económica, domicilio y método de contacto.
Contar con buzón tributario activo para recibir notificaciones oficiales.
Acceder al RESICO es relativamente simple. Puedes hacerlo de dos formas:
Al momento de darte de alta por primera vez en el SAT como persona física con actividad empresarial.
Cambiando de régimen si ya estás dado de alta, a través del portal del SAT, siempre que cumplas con los requisitos de ingresos y actividad. El trámite se puede hacer en línea con tu RFC, contraseña o e.firma.
¿Puedo cambiarme a RESICO si ya estoy dado de alta?
Sí. Puedes hacer el cambio desde el portal del SAT si cumples los requisitos. El sistema te orienta paso a paso.
¿Qué pasa si paso el tope de ingresos?
Si superas los $3.5 millones de pesos en un año fiscal, el SAT te sacará del RESICO automáticamente y te trasladará a un régimen más adecuado.
¿Puedo hacer deducciones?
No. En RESICO no aplican deducciones personales ni gastos: se paga una tasa fija sobre los ingresos efectivamente cobrados.
¿El RESICO es para siempre?
No necesariamente. Puedes cambiar de régimen si tu actividad o nivel de ingresos cambia. El SAT también puede excluirte si dejas de cumplir con los requisitos.
El RESICO representa una excelente oportunidad para quienes buscan simplificar su vida fiscal y pagar menos impuestos legalmente. Si tus ingresos no superan el límite y cumples con los requisitos, este régimen puede ofrecerte beneficios reales: menos trámites, tasas más bajas y mayor control sobre tus finanzas.
Evalúa si este esquema encaja con tu actividad. Si es así, dar el paso puede ayudarte a ahorrar tiempo, dinero… y muchos dolores de cabeza con el SAT.