Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Un joven identificado como Víctor “N”, originario de Álamo, Veracruz, fue detenido en un gimnasio de Tampico tras ser sorprendido grabando a otro usuario que se encontraba en las regaderas. Aunque las autoridades aseguraron pruebas de acoso y violación a la intimidad, un juez calificador lo dejó en libertad mediante el pago de una multa administrativa.
El incidente ocurrió cuando la víctima descubrió que estaba siendo grabada y pidió ayuda al personal del gimnasio, quienes retuvieron al agresor y llamaron al 911. Policías municipales obligaron al detenido a desbloquear su celular, encontrando videos que confirmaban la conducta ilícita.
Víctor “N” fue trasladado a la barandilla municipal y se esperaba que quedara a disposición del Ministerio Público en calidad de flagrancia. La defensa de la víctima presentó denuncia y solicitó que el teléfono, pieza clave de la investigación, quedara asegurado como evidencia.
Sin embargo, pese a tratarse de un delito que se persigue de oficio, el juez calificador impuso únicamente una multa administrativa. Con ello, el acusado recuperó su libertad junto con el dispositivo móvil que contenía el material incriminatorio.
La decisión generó críticas, ya que el teléfono celular podría ser fundamental para identificar a más víctimas y preservar las pruebas. Al no quedar bajo resguardo, existe el riesgo de que los videos sean eliminados o difundidos.
De acuerdo con la denuncia, en el dispositivo fueron identificadas al menos tres víctimas adicionales. Tanto usuarios del gimnasio como policías que revisaron el celular confirmaron haber visto grabaciones que constituyen acoso sexual, delito que contempla penas de prisión.
La omisión del juez dejó en libertad al agresor, lo que, según la defensa, pone en riesgo el acceso a la justicia de las personas afectadas y la seguridad de posibles nuevas víctimas.
mrh