Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Según expertos como el profesor Adolfo Eraso, glaciólogo y fundador de Glackma (Asociación científica que estudia Glaciares, Criokarst y Medio Ambiente), los glaciares son los sensores de cómo va la Tierra. Él, quien desde hace 20 años ha sido testigo de las transformaciones que han sufrido dichos lugares, asegura que el cambio es exponencial, y advierte sobre las consecuencias.
El Acuerdo de París, firmado en 2015 por la mayoría de los países del mundo, estableció como objetivo que las temperaturas no suban 2 ºC de media antes de 2040, tema que se complica cuando algunas naciones no se comprometen con dicha reducción.
Para comprenderlo mejor es importante diferenciar entre calentamiento global y cambio climático. El primero alude al aumento continuado de las temperaturas causadas por la acción humana, hecho que está científicamente demostrado a través de investigaciones realizadas por la NASA (climate.nasa.gov/evidencia) y que se ha producido gracias a décadas de emisiones como el metano, óxido nitroso y el CO2, gases que han contribuido a lo que se conoce como efecto invernadero.
Las evidencias que exponen quienes estudian estos fenómenos son contundentes y se ven reflejadas en el aumento de la temperatura global, en cómo los océanos se calientan, las capas de hielo se descongelan, aumentando el nivel del mar, eventos climáticos extremos y la acidificación de los océanos.
A raíz de estos cambios, producidos por el deterioro del clima, se prevé que habrá calor extremo y pocas lluvias por el fenómeno de La Niña y, por tanto, sequías en varios países de América Latina, entre ellos, México, tal y como lo evidencia La Comisión Nacional del Agua (Conagua) en su reporte de sequía publicado el 15 de marzo de 2021.
México, por su parte, ha dispuesto la cifra económica más alta de los últimos seis años para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático, la cual ascendió a 41 mil 930.6 millones de pesos para el año 2020, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación, lo que pone en juego la intención de realizar cambios en pro de transformar esta realidad, situación que ya de por sí es alentadora.
El Banco Mundial ha hecho referencia al impacto derivado del cambio climático, lo cual afecta a los más pobres y vulnerables y, de no tomarse medidas, en el año 2050 habrá 143 millones de personas convertidas en migrantes climáticos, debido a que estas comunidades se verán forzadas a buscar sitios menos vulnerables.
No sabemos si llegaremos a frenar estos cambios climáticos. Sin duda, la Tierra será testigo de estas transformaciones, pero la humanidad quizás no, lo que sí estamos seguros es de que cada uno de nosotros tiene una misión importante en este cambio, y de nuestras acciones grandes o pequeñas dependerá el futuro de nuestras generaciones. ¡Actuemos ya!
Por: Alexánder Echeverry Ochoa/rmr