Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Este 13 de abril, el Movimiento Antorchista michoacano recuerda con cariño, admiración y respeto a uno de los líderes más importantes de este movimiento, el biólogo Wenceslao Victoria Soto, fundador del antorchismo en el estado, quien murió un día como hoy, de 1991.
Oriundo de la ciudad de Morelia, el "maestro Wences", como muchos antorchistas lo llamaban, fue precisamente un educador de las masas más empobrecidas de Michoacán; con la formación revolucionaria que adquirió en Antorcha por medio del líder nacional, el Ing. Aquiles Córdova Morán, recorrió zonas rurales y suburbanas llevando los ideales de la lucha y organización que necesita el pueblo marginado para salir precisamente de esa condena en la que vive y sufre sin incluso haberlo deseado: la pobreza.
Wenceslao Victoria Soto impulsó la creación de decenas de colonias en las zonas más abandonadas de la capital michoacana y de otros municipios del estado para las familias que más lo necesitaban y que no tenían un lugar propio para asentarse; inculcó en los jóvenes el respeto hacia el arte, la cultura y el deporte, así como la importancia de practicar cualquiera de sus disciplinas, con el objetivo de hacer de todos, hombres y mujeres fuertes, sensibles y empáticos con los demás para lograr un compromiso social y luchar por el bien común.
Desde su deceso, los antorchistas michoacanos han conmemorado la vida de Wenceslao y su lucha en favor de los más pobres, con un evento político-cultural, a donde acude todos los organizados de la entidad y la Dirección Nacional del Movimiento Antorchista, sin embargo, en su ahora 29 aniversario luctuoso, debido al virus que ataca a todo el país y a las medidas restrictivas para evitar su propagación, ha sido imposible la concentración para llevar a cabo el merecido homenaje.
A pesar de ello, el recuerdo de su partida y el legado que dejó para los que lo conocieron en persona y para las nuevas generaciones que se unen a Antorcha, surge y está a flor de piel, lo que provoca que la convicción no muera y permanezca la unión de los antorchistas, más allá de la interacción física.
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