Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- En un intento por disminuir el impacto económico de los aranceles al sector automotriz, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó un decreto que impide que los impuestos a la importación de vehículos se acumulen con los ya vigentes sobre acero y aluminio. La medida, sin embargo, excluye explícitamente de los nuevos cargos a las piezas automotrices provenientes de México y Canadá que estén amparadas por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La decisión fue anunciada por funcionarios del Departamento de Comercio estadounidense, quienes explicaron que la tarifa del 25% para vehículos importados no se sumará al arancel del 25% aplicado al acero o al aluminio, ofreciendo un respiro temporal a los fabricantes. “Solo queríamos ayudarlos durante esta pequeña transición, a corto plazo”, justificó Trump en conferencia con periodistas.
Según Scott Bessent, secretario del Tesoro, "el presidente está comprometido a traer de vuelta la producción de automóviles a Estados Unidos", lo cual —dijo— permitirá generar más empleos manufactureros.
En reacción a la orden ejecutiva, líderes de la industria como John Elkann, presidente de Stellantis, y Mary Barra, CEO de General Motors, expresaron su respaldo al enfoque del presidente. Jim Farley, de Ford, fue más allá y señaló que, si otras marcas igualaran el nivel de producción nacional de su empresa, se ensamblarían hasta 4 millones más de vehículos en EE.UU.
Para México, el anuncio representa una oportunidad para conservar empleos vinculados con la exportación automotriz, especialmente en regiones con fuerte presencia de la industria de autopartes. En el Bajío y el occidente del país —incluyendo a Morelia y municipios industriales como La Piedad o Zamora—, miles de empleos dependen de mantener el flujo comercial con Estados Unidos sin sobrecostos.
RPO