Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Por primera vez en la historia de la medicina, un sistema quirúrgico robótico, potenciado con inteligencia artificial y lenguaje natural similar al de ChatGPT, completó una cirugía de extirpación de vesícula biliar sin intervención humana directa.
El hito fue logrado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos, quienes desarrollaron un robot quirúrgico capaz de interpretar imágenes, comprender instrucciones en voz humana y corregir errores en tiempo real durante el procedimiento. La operación, realizada con éxito, fue publicada en la revista Science Robotics, marcando un precedente para el futuro de la cirugía autónoma.
Estos sistemas combinan inteligencia artificial generativa, visión computarizada y aprendizaje automático. A diferencia de los robots quirúrgicos tradicionales —que dependen completamente del control humano—, esta nueva tecnología puede actuar con independencia en situaciones clínicas reales.
Durante la intervención, el robot recibió instrucciones verbales del equipo médico, interpretó los datos del entorno quirúrgico y ejecutó los pasos necesarios con precisión milimétrica. Lo más sorprendente: aprendió durante el proceso. “Este avance nos lleva de robots capaces de realizar tareas quirúrgicas específicas a robots que realmente comprenden los procedimientos”, explicó Axel Krieger, experto en robótica médica.
Entre los beneficios de esta tecnología se encuentran:
Mayor precisión en cada movimiento quirúrgico.
Reducción del tiempo bajo anestesia.
Menor tasa de errores humanos.
Mayor rotación de pacientes en quirófano.
Posibilidad de atención médica especializada en regiones remotas, como muchas zonas de Michoacán.
Estandarización de técnicas quirúrgicas complejas.
Este avance representa una gran esperanza para regiones con carencia de personal médico altamente capacitado, ya que la cirugía robótica podría brindar soluciones de alta especialización sin necesidad de trasladarse a centros hospitalarios de gran escala.
No todo es avance. Para que la cirugía robótica autónoma se convierta en una práctica clínica habitual, aún debe superar retos importantes:
Altos costos de adquisición y mantenimiento.
Formación especializada para el personal médico.
Aprobaciones regulatorias y marcos éticos claros.
Confianza por parte de pacientes y cirujanos.
Además, se deben perfeccionar mecanismos de seguridad ante tejidos dinámicos y escenarios quirúrgicos imprevistos, donde aún la intervención humana puede ser vital.
RPO