Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Si naciste entre mediados de los ochentas y mediados de los noventa, y pasaste tu adolescencia y primera juventud en Morelia, seguro fuiste a alguno de estos bares, antros o cafés alguna vez en tu vida.
Aquí haremos un recuento de algunos de los lugares más icónicos de la ciudad en aquellos no tan lejanos años.
Mukai Bar: era conocido por ser underground. Estaba ubicado en la avenida Madero Poniente. A principios de la década de los 2000 tuvo su auge, luego cerró y en 2014 regresó en otra ubicación, y aunque intentó conservar su misma esencia, ya no fue lo mismo.
Alquimia Bar: ubicado en galeana 70, era un bar, como muuuchos otros, que tenía rock en vivo por las noches. Se hizo popular entre los jóvenes estudiantes del Centro Histórico, ya que cerca hay algunas preparatorias y casas del estudiante.
DV8: un antro que ofrecía barra libre, como es costumbre, las y los chicos esmeraban más su arreglo para ir a este lugar.
Foro 38: El lugar para los amantes de la electrónica de aquellos tiempos.
Limbo: Su decoración con escenas icónicas del cine, lo hicieron un lugar ideal para los jóvenes universitarios y debido a su popularidad cambió de lugar a uno más grande, ya en la avenida Madero. Buenas fiestas se hacían ahí. Luego de unos años cerró y más tarde regresó en el boulevard García de León, pero con otro aire. También cerró.
XO Klubb: con su clásico miércoles de fichas era el lugar de moda para ir a lucirte con tus mejores “trapos”, fresear y bailar lo que el DJ pusiera.
Señor Frogs: otro antro, o como nuestros papás dicen, una “disco” que llamaba la atención por su colorida decoración al interior del lugar. Éste se ubicaba en avenida Camelinas
Barra de San Marcos: Este lugar se caracterizó por ser de música banda, afuera, mientras esperaban entrar, era común ver a los asistentes con sus botas y sombreros texanos.
Cantinita: Este lugar un poco más actual, su decoración que hacía alusión al folclore mexicano, era el lugar idóneo de reunión para la gente que gustaba de tomar algo más que cerveza.
Ego: el antro de la zona de Altozano, que luego fue Grand Hotel y luego Sense y luego ha tenido otros nombres.
La Inmune: quizá el último lugar icónico que desapareció, su especialidad era vender cahuamas. Su música variada, sus mesas de lámina y los precios baratos hicieron que fuera el lugar predilecto de varios. En su auge el lugar se llenaba, o cómo olvidar a las policías que revisaban a las mujeres y cerciorarse de que no trajeran nada ilegal. Para muchos era un lugar feo pero para otros, era un muy buen lugar para ir a echar la plática y la bailada.
La Caldera: Por muchos años fue el lugar ideal para los amantes del rock, principalmente en español, la banda del lugar hacía muy buenos covers, la cerveza y botana era barata y era un referente en la ciudad. Escenario de conciertos con bandas como Stereoadicta, Hello Seahorse y San Pascualito Rey entre otros. Su cierre asombró a muchos, pero luego de unos años regresó al mismo lugar (avenida Lázaro Cárdenas) y aún continúa.
El rincón de los sentidos: aunque reabrió y aún opera, en su primera etapa uno de los atractivos era que te podías sentar en el suelo a tomar tu cafecito, se ubicaba sobre Madero, muy cerca del Mercado de Dulces
El León de Mecenas: otro café cultural, escenario de cantantes de trova, espacio para la poesía, la danza, de charlas intelectuales, que por más de una década impulsó a talentos locales.