La realidad de las cosas es que no hay un nuevo Poder Judicial, no hay un nuevo modelo de justicia, no hay un nuevo paradigma judicial, no hay más que lo mismo pero con cierta confusión en su operación diaria y caras nuevas que dirigen las riendas del Poder Judicial.
En estos días he tenido la oportunidad de acudir a sus distintas áreas y juzgados tanto en la ciudad de Morelia como en algunos municipios al interior del Estado, y me he dado cuenta que siguen trabajando de manera habitual, pero ha comenzado una rotación de personal de apoyo, lo que se refleja en las caras de preocupación de los que se van quedando, quienes además se les nota un gran aumento en su carga de trabajo diaria.
Esto es el reflejo de una reforma al Poder Judicial, que no fue a fondo, que fue de manera superficial para tomar los cargos de poder y decisión al interior del mismo, abriendo así la puerta a gente con y sin experiencia, lo cual no es perceptible para el grueso de la población, pero para el grueso de los trabajadores y abogados litigantes sí es perceptible y preocupante.
Socialmente, estamos en primera fila quienes abogamos diariamente en el Poder Judicial y nos toca ver a quienes administran justicia para tener una sociedad estable ordenada y justa, garantizándolo a través de procesos donde el Estado participa activamente.
Los ciudadanos debemos estar atentos a la sana impartición de justicia, y utilizar los mecanismos establecidos para sancionar a jueces y magistrados por notoria ineptitud en el ejercicio de su trabajo como también por otras irregularidades administrativas que puedan llegar a darse.
A los nuevos operadores y administradores de justicia les damos nuestro voto de confianza, pero también les daremos nuestra puntual denuncia ante cualquier acto irregular cometido en perjuicio de la ciudadanía, porque aquí; o hacemos el cambio todos ó Ustedes tendrán que cambiar de trabajo.
Estimado lector ¿Usted ya estrenó al nuevo Poder Judicial?
Usted ya tiene el veredicto.
santillan.ricardo@hotmail.com
RYE