Columnas

Arquitectura de marca

Christián Gutiérrez

¿Cómo tienes organizada tu marca o cómo piensas hacerlo? Esto parece que no es importante, pero es todo lo contrario. Si tienes una buena organización de tu marca, es muy factible que tu negocio sea saludable y tu marca o tus marcas sean poderosas.

Hay empresas que tienen muchas marcas o muchísimas. Piensa, por ejemplo, en las galletas OREO. Si las conoces, sabrás que tienen varios productos y a todos, o casi a todos, les ponen el mismo nombre; o puede ser que les pongan un nombre distinto. Eso sí, todos sus productos forman parte de la misma empresa.

De hecho, tú ya sabes que las marcas construyen realidades y agrupan significados en nuestra mente, y de lo que se trata en una arquitectura de marca es de darles orden para que tengan un sentido y sepamos en dónde encontrarlas.

Para lograr esto, te comparto dos tipos de arquitectura de marca:

  1. Monolítica: es en donde una sola marca es para todas, como en el caso de la marca Samsung. Si lo aprecias, todos sus productos se llaman igual, y eso da la ventaja de que, si tú compras un celular o una pantalla, la marca Samsung se refuerza con cada impacto en el cliente y puedes gastar mucho menos en publicidad. Pero también sucede a la inversa: si hay una mala experiencia —digamos, con una bocina marca Samsung—, la marca sufre un revés en términos generales porque no existe un cortafuegos que detenga la propagación de la mala reputación.

    Si usas neuromarketing, puedes aprovechar el “efecto halo” y consolidar tus productos que llevan el mismo nombre de tu marca madre.

  2. Multimarca: esta es la estrategia contraria. Aquí, cada producto va por su propio carril y ninguno lleva el nombre de la marca madre. Piensa, por ejemplo, en los productos de FEMSA. Tanto el refresco Coca-Cola como todos los demás de esta empresa se diferencian. El agua pura de esta marca también se muestra diferente a su producto más poderoso (Coca-Cola), y al final del día, todos estos productos tienen la oportunidad de construir significados para cada producto.

    ¿Esto qué ventaja les da? Que se hacen productos más flexibles y pueden ser adaptados para cada consumidor. Es decir, una estrategia multimarca te permite entrar en distintos mercados, hacer competencia a productos que venden lo mismo y abarcar más proporción del mercado.

  3. Mixta: quizá te preguntes por qué te presento una tercera opción de arquitectura de marca, si te ofrecí dos. Efectivamente, en el mundo de las marcas tampoco se juega solo en polos, y hay marcas que no son 100 % monolíticas o 100 % multimarca.

    Como ejemplo de una marca mixta, está Nestlé, en donde usan la marca principal para helados Nestlé, pero también como submarca para Nestlé Aquarel, o una derivada con Nescafé o con La Lechera, que no tiene nada que ver con la marca madre, pero es de Nestlé y solo lo sabrás si lees las letras pequeñitas.

Ahora ya sabes que hacer una arquitectura de marca implica ordenar lo que tienes y hacerlo de manera estratégica. Hará que tu empresa sea mucho más exitosa.
Constrúyete como marca y véndete con éxito utilizando estas ideas y verás que la abundancia llegará a ti.

El autor es consultor y capacitador de empresas y negocios. Es maestro en Neuromarketing por la Universidad de La Rioja, España. / WhatsApp 443 318 1742 / redes sociales @ChristiánConAcento

rmr

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