Inglaterra (MiMorelia.com/Redacción).- En Manchester nació Andrew Wardle, con una extraña peculiaridad, nació sin pene, así pasó décadas hasta que decidió someterse a una operación de implantación de pene.
Para poder tener relaciones tuvo que esperar seis meses de recuperación. Luego de experimentar el sexo, días después Andrew comenzó a sentirse mal y con síntomas como fiebre y vómito, pero ni él ni su pareja lo tomaron muy en serio.
Así pasó una semana, hasta que la Fedra encontró a su novio inconsciente en su casa y lo llevó al hospital. Ahí lo médicos determinaron que se trataba de un problema en la vesícula biliar y finalmente se la extirparon.
Andrew Wardle sufrió extrofia vesical, un trastorno congénito en el que los genitales no llegan a desarrollarse.
Con información de Milenio
AC