Santa Clara del Cobre (Boletín).- Música, fiesta, tradición y cultura, se vivió en la inauguración de la Feria del Cobre y Concurso de Cobre Martillado de Santa Clara 2019, en su edición número 74.
"Con una historia de más de 500 años, Santa Clara es un verdadero orgullo internacional, sus artesanías son reconocidas por todo el mundo y podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que al pensar en cobre, pensamos en este lugar", precisó el mandatario estatal durante el acto inaugural.
Por tal motivo, refrendó su compromiso por seguir apostando al desarrollo turístico del municipio con obras, como el tianguis artesanal y gastronómico y la rehabilitación del muelle de Zirahuén.
"Nos vamos a poner las pilas para terminar la obras que nos hacen falta y dejarle un buen legado al municipio para que siga siendo nuestro referente cultural y turístico de Michoacán y México", sostuvo.
Cientos de turistas nacionales y extranjeros, así como los habitantes de este Pueblo Mágico de la entidad, celebraron entusiasmados el desfile tradicional que simboliza el inicio de la máxima fiesta del municipio.
"Estoy contento de estar aquí, quiero expresar mi reconocimiento a los artesanos de Santa Clara, Pueblo Mágico, icono, sin duda, de la cultura y la tradición purépecha" agregó el Gobernador.
La secretaria de Turismo, Claudia Chávez López, señaló que la expectativa es superar la afluencia de visitantes hasta en un 4 por ciento, quienes podrán ser testigos de este oficio, herencia de Don Vasco de Quiroga, por lo que felicitó a las y los artesanos quienes desde la infancia aprenden a elaborar obras de arte.
Pito Pérez fue el encargado de abrir el colorido desfile que asombró a los cientos de asistentes, para después aplaudir al contingente de la comunidad de agricultores, con carros alegóricos jalados por yuntas que representan al campo y el cuidado al medio ambiente.
Las tortas de tostada, típicas de Santa Clara, también tuvieron un lugar en el desfile y deleitaron el paladar de más de uno de los presentes.
Las bastoneras de Ario de Rosales, las huarecitas bailadoras de Tzintzuntzan y los artesanos de los telares de pedal, originarios de Opopeo y Zirahuén, también aportaron colorido y tradición al desfile y atrajeron la mirada y el reconocimiento todas y todos los visitantes.
RMR