
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Ante el repunte de casos de sarampión en México, autoridades de salud hacen un llamado urgente a la población para vacunarse y evitar nuevas complicaciones. Hasta septiembre de 2025, se han confirmado 4 mil 532 casos acumulados y 19 defunciones, principalmente en menores de cinco años y adultos jóvenes entre 25 y 34 años.
El virus del sarampión se propaga por el aire a través de gotitas respiratorias. Se estima que el 80% de las personas no vacunadas que entren en contacto con alguien infectado contraerán la enfermedad. Esta alta tasa de contagio hace que una sola persona pueda generar brotes en comunidades enteras si no se cuenta con suficiente cobertura de inmunización.
Los primeros síntomas suelen aparecer entre 7 y 14 días después de la exposición al virus. Incluyen:
Fiebre elevada (hasta 40°C) que dura al menos tres días
Tos persistente
Secreción nasal
Conjuntivitis
En personas con un sistema inmune debilitado, el sarampión puede complicarse con neumonía, encefalitis e incluso la muerte.
Según el Programa de Vacunación Universal en México, deben recibir la vacuna:
Niñas y niños: con la vacuna triple viral (SRP), que protege contra sarampión, rubéola y parotiditis.
Adolescentes y adultos: con la vacuna doble viral (SR), contra sarampión y rubéola.
Personas que ya padecieron sarampión en la infancia: no necesitan volver a vacunarse.
Mujeres embarazadas
Personas inmunosuprimidas (pacientes oncológicos, trasplantados o con VIH)
Reacciones alérgicas previas a la vacuna o a sus componentes (gelatina o neomicina)
Menores de 6 meses
Personas con infección respiratoria activa
La Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) informa que todos los centros de salud del estado (364 en total) ya cuentan con las vacunas SR (doble viral) y SRP (triple viral), disponibles de forma gratuita para quienes tengan esquemas incompletos o no cuenten con registro vacunal.
Morelia cuenta con 12 módulos de vacunación de la SSM para niñas y niños de 0 a 12 años, ubicados en distintos puntos de la ciudad.
Dado que no existe un tratamiento específico contra el sarampión, la recuperación depende del sistema inmune del paciente y cuidados generales como el reposo. Por eso, la vacuna no solo protege al individuo, sino que reduce el riesgo de brotes comunitarios.
RPO