
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Nuevas investigaciones científicas revelan que bajar de peso no solo mejora la salud metabólica, sino que también podría reducir significativamente el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, particularmente en personas mayores de 50 años.
Esta conclusión surge del creciente interés de la comunidad médica por los llamados agonistas del receptor GLP-1, fármacos que inicialmente fueron diseñados para el tratamiento de la diabetes tipo 2, pero que actualmente se usan ampliamente en terapias contra la obesidad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad es uno de los principales factores de riesgo para enfermedades crónicas, incluido el cáncer. A ello se suma información del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de Estados Unidos, que vincula el exceso de peso con al menos 13 tipos de cáncer, los cuales representan cerca del 40 % de los diagnósticos oncológicos anuales en ese país.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) explican que el sobrepeso prolongado provoca inflamación crónica, aumento de los niveles de insulina y desajustes hormonales, condiciones que pueden favorecer el crecimiento de células tumorales.
Además, se estima que más del 90 % de los cánceres relacionados con la obesidad se diagnostican en personas mayores de 50 años. En mujeres, el cáncer de mama posmenopáusico es el más común; en hombres, lo es el cáncer colorrectal.
Los estudios señalan que perder entre un 10 % y un 20 % del peso corporal con ayuda de medicamentos GLP-1 podría reducir marcadamente el riesgo de padecer los siguientes tipos de cáncer:
Adenocarcinoma de esófago
Cáncer de mama (postmenopausia)
Cáncer de colon y recto
Cáncer de útero
Cáncer de vesícula biliar
Cáncer gástrico
Cáncer de riñón
Cáncer de hígado
Cáncer de ovario
Cáncer de páncreas
Cáncer de tiroides
Meningioma (cerebro)
Mieloma múltiple
Un análisis de Nature Medicine (2024) reportó una menor incidencia de cáncer gastrointestinal en pacientes con obesidad tratados con agonistas GLP-1, comparados con aquellos bajo tratamiento convencional.
Estos medicamentos imitan una hormona que regula el apetito y la glucosa, lo que mejora varios parámetros metabólicos: inflamación, resistencia a la insulina y acumulación de grasa en el hígado. Estos cambios podrían disminuir el riesgo de formación tumoral.
Por su parte, la Harvard Medical School sugiere que además de los beneficios metabólicos, existe la posibilidad de que estos fármacos tengan efectos directos sobre células tumorales, aunque se requieren más investigaciones para confirmarlo.
Especialistas advierten que los agonistas GLP-1 no deben considerarse una vacuna contra el cáncer, ya que su uso debe ser prescrito y monitoreado por un profesional médico.
Un estudio publicado por Jama Oncology (2024) señala que estos medicamentos reducen el riesgo de cáncer de endometrio, ovario y meningioma, aunque también encontraron un leve aumento en la incidencia de cáncer renal, el cual aún se estudia para entender sus mecanismos.
Una de las sorpresas más destacadas fue la reducción en tasas de cáncer de pulmón. Algunos investigadores sugieren que este beneficio podría estar relacionado con un efecto positivo en el control de adicciones, como el tabaquismo.
Aunque los resultados son preliminares, la evidencia apunta hacia una nueva línea de prevención oncológica vinculada al tratamiento integral del sobrepeso y la obesidad.
RPO