

Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- A pesar de la alta incidencia del tráfico de fentanilo y otras drogas sintéticas por suelo michoacano, la detección del consumo de este opiáceo sigue siendo prácticamente inexistente. La falta de pruebas especializadas, capacitación médica y tecnología hospitalaria mantiene invisible el consumo de la sustancia, considerada una pandemia de adicción.
En entrevista para MIMORELIA.COM, el doctor Gustavo López Orozco, toxicólogo y médico especialista, advirtió sobre la ausencia de pruebas específicas para detectar fentanilo en los hospitales de Michoacán.
Las autoridades sanitarias de Michoacán y de México, en general, han declarado que el consumo de fentanilo es bajo o incluso nulo en el país, mientras que en Estados Unidos y Canadá ha cobrado millones de vidas en los últimos años.
No obstante, la realidad es distinta: tanto el sector público como el privado carecen de herramientas para detectar adecuadamente esta sustancia. En consecuencia, incluso personas que han consumido fentanilo obtienen resultados negativos en las pruebas aplicadas.
“Casos confirmados no los hay. Porque los perfiles toxicológicos con los que identificamos los casos no están especializados. Los hospitales no tienen acceso a este tipo de pruebas. Desde hace dos años he señalado la falta de perfiles toxicológicos porque no existen. El perfil toxicológico de todo el país no detecta fentanilo, que es un opiáceo, así que, aunque estuvieras intoxicado con fentanilo, te marcaría como negativo. La prueba directa para fentanilo es la necesaria”, explicó López Orozco.
Una de las principales razones por las que el consumo ilegal de fentanilo ha aumentado de manera exponencial es que se trata de una sustancia psicoactiva 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más potente que la heroína.
Debido a su alto potencial adictivo, bajo costo y la relativa facilidad para su producción ilícita, pequeñas cantidades de fentanilo pueden generar grandes ganancias para los grupos delictivos, lo que estimula el crecimiento de los mercados ilegales.
Desde 2011, se han documentado múltiples muertes por sobredosis asociadas al uso de fentanilo fabricado ilícitamente. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), cada día mueren más de 150 personas por sobredosis de esta sustancia. En Estados Unidos, en 2021 se registraron 80 mil 411 muertes relacionadas con el uso de opioides, incluidos los naturales, semisintéticos, metadona y fentanilo.
El uso de fentanilo fuera de contextos médicos no solo resulta preocupante por su potencia adictiva, sino también por el alto riesgo de sobredosis, ya que con el fentanilo ilícito se desconoce si la cantidad contenida en una dosis puede ser fatal o no.
“No tenemos en Michoacán una frecuencia comparable con lo que ocurre en el norte del país, porque lo que se produce allá se queda atorado; por eso el problema está tan concentrado. Te puedo asegurar que debe haber escenarios de fentanilo que no estamos detectando", apuntó.
Además, hay poco conocimiento en toxicología. En universidades públicas y privadas de la entidad, este tema no está incluido en el currículo. “El médico que sale con formación académica en estos temas, aunque es un tema frecuente, sale con información nula”, indicó el especialista.
De acuerdo con los registros del sistema de salud en México, entre 2013 y 2024 se atendieron 5 mil 901 personas en salas de urgencias por incidentes relacionados con opioides. Los años con mayor número de casos fueron 2019 (721), 2022 (713) y 2023 (759). Las entidades con más reportes en 2023 fueron Baja California (218), Ciudad de México (54), Sinaloa (52) y Chihuahua (47), coincidiendo con los estados donde se reporta mayor consumo de fentanilo.
En todos estos casos, los problemas de detección fueron evidentes, según el reporte del toxicólogo.
Hasta 2024, el informe del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones, así como datos de la Secretaría de Salud y la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conasama), indican que no hay casos confirmados de consumo de fentanilo en Michoacán.
Sin embargo, se tiene conocimiento de al menos un caso de una persona que falleció en territorio michoacano en 2017 debido al consumo de fentanilo. Esta muerte se suma a una cifra creciente y silenciosa de defunciones que, hasta 2022, alcanzó 122 casos.
De 2015 a 2023 se decomisaron 273 millones de dosis de fentanilo, a lo que se suma la operación del 18 de febrero de 2021, en la aduana de Ensenada, Baja California, en la que se incautó el mayor cargamento de precursores de la droga con aproximadamente mil kilogramos de peso, según consta en una solicitud de información que la Universidad Iberoamericana hizo a la Secretaría de la Defensa Nacional en mayo pasado; sin embargo, cada vez se habla más de la presencia de esta droga en las ciudades de México.
De acuerdo con especialistas de la Universidad Iberoamericana y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los países que principalmente producen fentanilo para ingresarlo a México vía el Pacífico, a través de los puertos de Lázaro Cárdenas, Manzanillo y Ensenada, son China, Singapur e India.
En un estudio llamado “Fentanilo en México: confiscación de cargamentos 2017-2019”, el investigador Josué Ángel González Torres, de la Universidad Nacional Autónoma de México, dio a conocer cuáles son las zonas por donde transita el opioide antes de llegar a la frontera norte con Estados Unidos.
Ruta del Pacífico. Puede partir de los puertos de Lázaro Cárdenas, en Michoacán; Manzanillo, Colima; o Puerto Vallarta, Jalisco. Además, pasa por los estados de Sinaloa y Sonora, hasta llegar a la ciudad fronteriza de Tijuana, en Baja California. Asimismo, conecta con los puertos de Mazatlán y Guaymas.
En 2025, Michoacán ha sido escenario de los aseguramientos más importantes de fentanilo a nivel local; en junio, un laboratorio clandestino con precursores químicos para drogas sintéticas fue asegurado en el municipio de Arteaga, Michoacán, como parte de un operativo encabezado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en coordinación con la Fiscalía General de la República (FGR), la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y otras fuerzas del Gabinete de Seguridad federal.
La acción permitió el decomiso de 683 costales con sustancias químicas, más de 90 contenedores y 19 cajas con materiales presuntamente utilizados en la producción de metanfetaminas y otras drogas sintéticas.
rmr