Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- Como cada año, vecinos de la colonia Juárez realizaron su tradicional Viacrucis, evento que logra reunir a miles personas que recuerdan entre lágrimas y tristeza la tortura y crucifixión de Jesús de Nazareth, quien esta vez fue personificado por Julio Alejandro Ferrer.
Cerca de las 11:30 dio comienzo la escenificación en donde condenaron al hijo de María, para posteriormente comenzar el Viacrucis, en donde cientos de personas caminaban a paso lento tras Jesús, Dimas y Gestas, quienes a cada momento recibían golpes y cargaban una cruz que no pesaba menos de 30 kilos.
Tras recorrer parte de la Calzada Juárez, sucedió la primera caída y con el dolor dibujado en el rostro de Julio Alejandro Ferrer; los guardias seguían azotando al mesías y la gente observaba y observaba los pasajes de Jesús antes de su muerte, antes de que pronunciará "Señor, en tus manos encomiendo mi espíritu".
Entre rostros de asombro y lágrimas por parte de los asistentes, el tortuoso camino siguió por toda la colonia, donde algunas personas aprovechaban para tomar fotografías, transmitir en vivo o reflexionar sobre la importancia del Viernes Santo para la comunidad Católica.
Los puestos de raspados y papas fritas eran los más concurridos durante todo el recorrido, ya que las altas temperaturas de 30 grados provocaba que los asistentes tuvieran refrescarse o tomar sombrar mientras llegaban al sitio donde sería la segunda caída.
Después de recorrer unos 450 metros, Jesús cayó de cansancio por segunda vez, mientras seguía siendo torturado por los romanos.
Así fue el Viacrucis por las calles de la colonia Juárez, hasta llegar de nueva cuenta a la parroquia "Salvador del Mundo", en donde las cruces ya esperaban a Dimas, Gestas y Jesús, para dar final a la vida de este último.
La gente con lágrimas en los ojos por el dolor y el calvario al que era sujeto Jesús, observaba el momento en el que era crucificado y colgado en la cruz.
A las 15:05 horas, el silencio se apoderó del lugar y Jesús dejó caer su cabeza, el hijo del Dios había muerto y judas a un costado se había colgado por sentirse un traicionero, por haber vendido por unas monedas a quien lo consideraba su amigo.
ZM