El mártir fue nombrado arzobispo en 1977, desde entonces comenzó a denunciar la muerte y desapariciones de campesinos, su figura representaba la búsqueda de la paz y la justicia.
Su canonización es algo muy importante para el pueblo salvadoreño en una sociedad que actualmente es azotada por la violencia de las maras y el narcotráfico.
Con información de La Prensa Grafica y BBC